España y Portugal recurren a Bruselas para presionar a Francia por el Corredor Atlántico

Los ministros de Transportes acordaron ayer, en la cumbre hispano-lusa, enviar una carta a la Comisión Europea para desbloquear el desarrollo de esta infraestructura ferroviaria

Los ministros Joao Galamba y Raquel Sánchez; detrás, Antonio Costa y Pédro Sánchez. |   // ALEJANDRO ACUÑA

Los ministros Joao Galamba y Raquel Sánchez; detrás, Antonio Costa y Pédro Sánchez. | // ALEJANDRO ACUÑA / X. A. Taboada

X. A. Taboada

En la misma semana en que Galicia, Asturias, País Vasco y Cantabria formalizaron una alianza para elevar su voz ante Bruselas, mediante la creación un “lobby”, por el retraso de Francia en ejecutar en su territorio el Corredor Atlántico ferroviario, los gobiernos de España y Portugal han decidido mover ficha para elevar la presión sobre el ejecutivo de Emmanuel Macron. Los ministros de Transportes español y portugués, Raquel Sánchez y Joao Galamba, respectivamente, firmarán y enviarán una carta conjunta a la Comisión Europea para que ésta exhorte a Francia a cumplir con los plazos de la UE y acelera las obras de su autopista ferroviaria.

Sin Francia, el Corredor Atlántico no tiene sentido, pues por mucho que avance su desarrollo en la península ibérica acabaría estrangulado en la frontera norte de España. Este eje ferroviario, cofinanciado por la UE, tiene su razón de ser en que discurre por toda la fachada atlántica de Europa para facilitar el transporte de mercancías y de viajeros. Según el calendario manejado por Bruselas, la red básica —la considerada prioritaria— tendría que estar operativa en el año 2030, pero esto no encaja en los planes de Francia. Sus previsiones son que la línea Burdeos-Dax estaría lista en el año 2042, dejando además sin plazos la conexión de Hendaya con Dax. Por tanto, esta autopista ferroviaria nacería coja.

En este escenario, la cumbre bilateral hispano-lusa celebrada ayer en Lanzarote quiso destacar la “importancia” del Corredor Atlántico para conectar la península ibérica con el resto de Europa y por eso los ministros de Transportes de ambos países acordaron remitir una carta conjunta dirigida a la comisaria de Transportes, Adina Valean, para “instar” a Francia a que “priorice” sus actuaciones transfronterizas en el corredor ferroviario, “que son fundamentales para el comercio exterior y la movilidad de los ciudadanos de los países con Europa”.

En el comunicado enviado por el ministerio español no se hace referencia alguna al desinterés de Francia por esta infraestructura ni al postergamiento de sus planes, pero aún así queda claro el motivo de esta medida de presión vía Bruselas que también busca, por otros medios todavía sin definir, la alianza formada por las cuatro comunidades del norte de España, que formaron precisamente un frente común por la pasividad francesa con el Corredor Atlántico.

“Una buena conectividad es fundamental para nuestras regiones ultraperiféricas y también para nuestros territorios en la península ibérica, ya que nos permite estar conectados con el resto de Europa. Y es en esa conexión con Europa y entre nuestros dos países, donde juega un papel crucial el Corredor Atlántico de la Red Transeuropea de Transporte”, expuso Raquel Sánchez durante su intervención en la sesión plenaria de la cumbre.

Así, la ministra resaltó las buenas relaciones entre ambos países y la estrecha colaboración para desarrollar una movilidad sostenible y activa. “Tenemos ejemplos recientes de buenos resultados fruto de la colaboración entre ambos países en infraestructuras de transporte. España y Portugal estamos dando un impulso al transporte ferroviario entre ambos países, en línea con la política de la Unión Europea de situar al ferrocarril en el centro de una movilidad más sostenible”, dijo.

En parecidos término se expresó el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en la clausura de la cumbre, al asegurar que ambos países se comprometieron a impulsar el Corredor Atlántico y también la línea de alta velocidad entre Galicia y Oporto.

Aunque tanto Portugal como España sostienen que esta infraestructura estará operativa para el año 2030, la Comisión Europea discrepa con los plazos y no lo ve posible, dado el retraso que acumula su ejecución.

La principal obra de esta línea es la salida sur de Vigo, un trazado nuevo que evitará que los trenes tengan que retroceder hasta Redondela para proseguir camino hacia Portugal. Precisamente ayer concluyó el plazo para la presentación de ofertas para el contrato de redacción y tramitación del estudio informativo.

Mejora y ampliación del puente de Salvaterra

Los ministerios de Transportes de España y Portugal firmaron ayer un acuerdo para la rehabilitación y ampliación del puente internacional sobre el río Miño entre Salvaterra (Pontevedra) y Monçao. Esta intervención conjunta supondrá dar mayor vuelo el tablero para incorporar un carril bici y una senda peatonal. Actuación que “es un claro ejemplo de la apuesta de España y Portugal por el desarrollo de una movilidad más sostenible entre los países”, expuso el Ministerio de Transportes español. Al margen de esta obra y la presión para acelerar el Corredor Atlántico en Francia, apenas hubo otras referencias a Galicia en la cumbre hispano-lusa. Previamente, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, había lamentado que el Gobierno no hubiera pedido sugerencias a Galicia. “Antes se les preguntaba a las comunidades transfronterizas si tenían algo que aportar, pero ahora ni siquiera eso”, censuró.

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