La puesta en servicio del ERTMS en el eje atlántico y la curva de A Grandeira corta el tráfico ferroviario del 22 al 25 de abril

Adif ultima el sistema en sus tramos A Coruña-Santiago y Santiago-Vigo, en un total de 155 kilómetros, casi 10 años después de la tragedia, que ocasionó 80 muertes y dejó a 140 personas heridas

Peritos en el lugar del accidente de Angrois.

Peritos en el lugar del accidente de Angrois. / Xoán Álvarez

EP

La puesta en servicio del sistema de protección del tren 'ERTMS' en su nivel 1 en el eje atlántico y en el entorno de la estación de Santiago, incluido el tramo en el que se produjo el accidente del Alvia, en la curva de A Grandeira, obligará a Adif a interrumpir la circulación los días 22, 23 y 24 de abril.

El administrador público de infraestructuras ferroviarias, Adif, ultima esta puesta en servicio casi 10 años después de la tragedia, que ocasionó 80 muertes y dejó a 140 personas heridas y cuyas responsabilidades se juzgan desde octubre por parte de una magistrada de lo penal de Compostela --con el maquinista y el ex jefe de seguridad de Adif procesados--.

Así, Adif ultima la puesta en servicio del 'ERTMS' en sus tramos A Coruña-Santiago y Santiago-Vigo en un total de 155 kilómetros, así como "la extensión del equipamiento hasta completar el despliegue entre Ourense y Santiago de Compostela".

Señala que es una actuación "de gran complejidad tecnológica" y recuerda que ha invertido 63,2 millones de euros --incluido el mantenimiento de las instalaciones por un período de 20 años--. Intervienen "directamente" en su ejecución tres compañías: Alstom, CAF y Siemens, así como Thales en la transición con el sistema 'ERTMS' en la actualidad en explotación entre Ourense y Santiago.

Adif asegura que "la puesta a disposición para recorridos de fiabilidad y formación de este sistema es incompatible con el servicio ferroviario en el tramo entre Ourense y Santiago de Compostela debido al alcance de la intervención que es preciso realizar en las instalaciones", de ahí los cortes de tráfico.

El primero será la interrupción de la circulación durante tres días "para la puesta a disposición de las instalaciones con objeto de realizar recorridos de fiabilidad al amparo del nuevo sistema": se iniciará la noche del viernes 21 de abril, cuando hayan acabado las circulaciones de trenes, se continuará trabajando el 22, 23 y 24 y se repondrá el servicio el 25 de abril por la mañana con la circulación habitual de trenes, según indica la empresa pública.

El segundo, la interrupción del tráfico durante "unos 12 días (por determinar cuándo) para continuar la formación de maquinistas, formalizar el cierre del expediente y entrega a la Agencia de Seguridad Ferroviaria para su resolución y puesta en operación una vez autorizada la puesta en servicio".

"El proceso de fiabilidad y formación se realizará también en el eje atlántico (A Coruña-Santiago y Santiago-Vigo), entre el 25 de abril y la fecha en la que finalmente se realice la segunda interrupción de circulación entre Ourense y Santiago, y, en este caso, será compatible con la circulación ferroviaria puesto que las condiciones de operación no se ven afectadas en este tramo y no es necesaria ninguna interrupción", según Adif.

La operadora Renfe activará un plan alternativo de transporte para garantizar la movilidad de los viajeros durante los días de interrupción del servicio.