La comunidad gana población aunque descienda en seis de cada diez concellos

Galicia se acercó de nuevo a los 2,7 millones de habitantes al inicio de este año, ganando población y rompiendo la tendencia a la baja de los últimos ejercicios. Pero no fue por un incremento de los nacimientos, sino que el censo engordó por la llegada de extranjeros. El número de habitantes aumentó en todas las provincias en términos globales, pero no fue así en los concellos: en 185 de los 313 (el 59%) descendió la población, siendo más intensa esta dinámica en Ourense y Lugo.

Galicia contaba el 1 de enero de este año con 2.699.424 habitantes, 6.599 personas más que el año anterior (+0,25%), según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este crecimiento se debe al aumento de la población extranjera, que subió en 20.132 personas durante 2022 para pasar de 119.174 a 139.306. Este incremento ha servido para paliar la caída de más 13.500 personas de nacionalidad española, dado que se producen muchas defunciones que nacimientos.

El mayor crecimiento de población se produjo en la provincia de A Coruña. Fue de un 0,4% al ganar 4.720 habitantes y situarse en los 1.123.884. Pontevedra cuenta con 1.512 personas más (un aumento del 0,16%), por lo que alcanza los 946.710 habitantes. En Ourense se produjo un aumento de solo 340 censados (0,11%), para dar un total de 304.563. Mientras, en Lugo el aumento de población fue meramente testimonial, pues ganó 27 personas, un incremento del 0,008% para llegar a los 304.563 habitantes.

En la provincia de A Coruña fueron 56 los ayuntamientos que perdieron población, pero que se vieron compensados por el buen comportamiento, sobre todo, de cuatro municipios: A Coruña ganó 2.913 habitantes; Santiago, 658; Oleiros, 558; y Arteixo, 543.

En la de Pontevedra algo más de la mitad de sus concellos (34 de 61) vieron como su censo se recortaba a lo largo del año 2022, entre los que se encuentra la propia capital provincial. La ganancia de los 1.512 habitantes llegó prácticamente de la mano de Vigo, que ganó 1.406. Por detrás, pero a mucha distancia, se sitúan Salvaterra de Miño (+188), Marín (+175) y O Porriño (+165).

En la provincia de Ourense fueron 51 los ayuntamientos que dieron un paso más en el declive demográfico, mientras que los que más población ganaron fueron dos: la capital, con 443, y San Cibrao das Viñas, con 130.

En Lugo, la sangría demográfica se mostró más extensa, pues afectó al 65% de sus concellos (44 de 67). La capital provincial ganó un millar de habitantes, lo que permitió compensar el comportamiento mayoritario de los municipio.

El declive también llega por el envejecimiento. En 209 concellos, un tercio del total, la edad media supera los 50 años, según los datos del INE. La situación más severa corresponde a la provincia de Ourense, con el 89% de sus ayuntamientos superando los 50 años de media. Tiene además el concello más envejecido de Galicia, Lobeira, con 64,44 años de edad media.

En Lugo son 57 (el 85%) los municipios que cuya población supera el medio siglo, mientras que en A Coruña son 54 y en Pontevedra bajan a 16. En esta provincia figura además el ayuntamiento más joven de la comunidad: Salceda de Caselas, con 41,59 años de media.