Las fianzas depositadas en el IGVS se duplican en una década para evitar el riesgo de multas

En los primeros siete meses del año se entregaron un total de 17.300 garantías ante la Xunta, casi la misma cifra que en todo 2014

Dos hombres consultan los anuncios en el escaparate de una inmobiliaria.

Dos hombres consultan los anuncios en el escaparate de una inmobiliaria. / Alba Villar

DAniel Domínguez

Hace dos décadas, el pago de alquileres en ciudades universitarias como Santiago se realizaba de espaldas a la administración: fianzas y pagos mensuales en mano, sin rastro de transferencias bancarias ni contacto con la Xunta. Pero el auge del alquiler y el miedo a multas de 300 a 3.000 euros sin superar el doble del precio de la renta, generaron un mayor respeto de la legislación, hasta el punto de que las fianzas depositadas en el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) duplican las registradas hace una década.

Durante los siete primeros meses del año, las garantías por los alquileres, habitualmente equivalentes a una mensualidad, depositadas en el IGVS alcanzaron las 17.302 correspondientes a contratos firmados en este 2024. Diez años antes, sumaron 18.581 durante todo 2014, lo que equivaldría a un ritmo un 50% inferior, según las cifras del Observatorio da Vivenda, dependiente de la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestructuras dirigida por María Martínez Allegue.

Desde 2017, los contratos por año siempre se han situado por encima de los 30.000, con récord desde 2021 con 34.779 ese ejercicio, 35.779 en 2022 y los 36.337 del año pasado. Aunque pueden depositarse fianzas de contratos firmados años anteriores, lo habitual es que se entreguen el mismo curso en que se suscribe el acuerdo de arrendamiento.

De hecho, el miedo a las multas y la normalización de esta obligación legal han situado este año en máximos históricos las fianzas que custodia el IGVS, superando las 280.000 —de las que 216.333 corresponden a vivienda y el resto a bajos comerciales, garajes y similares— por un valor total de 188 millones de euros.

La ley de arrendamientos urbanos establece desde 1994 la obligación de abonar una fianza que cubriría el riesgo de posibles desperfectos o impagos, pero no fue hasta 2008 cuando la Xunta bipartita PSdeG-BNG reguló esta cuestión, imponiendo que ese dinero debiera depositarse en la sede del IGVS, un intento de evitar abusos por parte de las partes, intento “ofrecer una garantía tanto al propietario como al inquilino”. Las cuantías oscilan entre una y dos mensualidades en función del tipo de alquiler, si bien en el caso de las viviendas es el primer caso.

“La fianza se deposita una única vez por cada contrato. Al vencimiento, el propietario tiene que pedir al IGVS la devolución de la fianza acreditando el fin del contrato. Cuando vuelva a alquilar la vivienda, deberá positar la nueva”, establece el decreto de marzo de 2011.

El incumplimiento de esta obligación causó la imposición el año pasado de 199 sanciones a los propietarios de inmuebles alquilados que sumaron 105.109 euros, lo que supone una media de 528 euros por caso. Se trata de 28 sanciones más que el año pasado.

Auge de precios

La comparación de los datos entre este año y 2014 no solo muestra una evolución en el ritmo de depósitos de los avales, sino también reflejan el incremento de precios de los arrendamientos de vivienda, que pasaron de 364,59 euros mensuales de media a 538,6, es decir, casi un 50%, de acuerdo con las estadísticas del IGVS.

En cuatro de las ciudades se superan esas cifras, con 663 euros mensuales en A Coruña, 632 en Vigo, 613 en Pontevedra y 605 en Santiago. En el caso de Lugo, la cuantía es de 495; en Ourense, de 493; y en Ferrol, de 479.

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