Solo tres concellos tienen más nacimientos que muertes: Oroso, Ames y Corcubión

Cuatro de cada diez ayuntamientos registró menos de 10 alumbramientos el pasado año

Son las provincias de A Coruña y Pontevedra las que concentran el 80% de los partos

Saldo vegetativo de Galicia

Saldo vegetativo de Galicia

Paula Pérez

En medio de un desierto demográfico solo resisten tres concellos en toda Galicia. Son Corcubión, Ames y Oroso, en la provincia de A Coruña. Estos tres municipios fueron los únicos que el pasado año registraron más nacimientos que defunciones. Y aún así, tampoco pueden presumir mucho porque en conjunto su saldo vegetativo —la diferencia entre alumbramientos y muertes— solo suma 51. Ni siquiera las principales ciudades arrojan cifras positivas. A Coruña es la segunda, por detrás de Vigo, con el peor saldo vegetativo: -1.237.

Hace más de 30 años que Galicia está en números rojos desde el punto de vista demográfico. En 2023 volvió a perder 18.713 habitantes, algo menos, eso sí, que los 20.501 que cedió en 2022.

La natalidad mengua año tras año. En 2023 nacieron 13.975 niños, un 3,59% menos que los registrados el ejercicio anterior, según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE). Hay ocho concellos que el pasado año no escucharon el llanto de ni un solo recién nacido: son Santiso (en A Coruña), Muras, Navia de Suarna (en Lugo) y Os Blancos, Gomesende, Parada de Sil, Rubiá y A Teixeira (en Ourense).

Pero sin llegar a estos extremos, hay otros 125 ayuntamientos donde sí hubo alumbramientos, pero fueron menos de diez bebés en todo el año. Es decir, cuatro de cada diez concellos gallegos registraron menos de una decena de nacimientos en 2023.

Los nacimientos son escasos y se concentran en el eje atlántico. Casi ocho de cada diez partos tienen lugar en las provincias de A Coruña y Pontevedra. A esto hay que sumar que las madres son cada vez más mayores. El 78% de los nacimientos fueron de mujeres que superaban los 30 años. Se han incrementado sobre todo los partos entre las gallegas que superan los 40. Si hace una década solo eran el 8,5% ahora ya rondan el 15% del total.

Frente a esta situación, las defunciones van al alza. En 2023 murieron 32.688 personas. Cada vez nos morimos más tarde y las mujeres viven más años. El 54% de los hombres que fallecieron tenían 80 años y más. En el caso de las mujeres, este porcentaje se eleva al 77%.

Y la diferencia entre nacimientos y defunciones arroja un saldo vegetativo negativo en todos los municipios salvo en tres, dos en el área de Compostela (Ames y Oroso) y otro de la provincia de A Coruña: Corcubión.

Sin embargo, Corcubión y Oroso rozan los números negativos pues solamente registraron dos nacimientos más que defunciones en 2023. Únicamente el concello de Ames puede alardear de empuje demográfico con un saldo de 47 alumbramientos más que fallecimientos.

Las siete ciudades gallegas también tienen un balance negativo. Vigo es la urbe con el peor saldo: -1.439. Le sigue A Coruña, con -1.237, Ourense, con -679 nacimientos, Ferrol, con -579 y Lugo, con -455. Donde hay menos diferencias entre partos y fallecimientos es en Pontevedra (-363) y Santiago (-349).

Según los datos del Instituto Galego de Estatística, los gallegos también se casan menos. El año pasado hubo 9.150 matrimonios, 358 menos que un año antes. De ellos 204 fueron del mismo sexo. Y las bodas religiosas son cada vez más raras: solo el 13 por ciento elige una ceremonia por la Iglesia cuando hace una década era el 33 por ciento.

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