Vigo y A Coruña, incomunicadas por carretera después del atardecer

Desplazarse por el Eje Atlántico supone un rompecabezas a nivel lógistico y económico. Y es que a pesar de las sinergias que hay entre las dos primeras ciudades de Galicia, el viaje entre Vigo y A Coruña no es tan fácil al añadir el condicionante horario. A los disparados peajes de la AP-9 (20,75 euros desde el 1 de enero) y los problemas ya cronificados del ferrocarril se suma una planificación en el autobús que se ha vuelto a poner de relieve durante las últimas semanas.

Aquellos coruñeses que quisieran visitar la ciudad y sus luces de Navidad se encontrarían que la última salida desde la estación intermodal de Urzáiz sería prácticamente cuando se enciendan a las 18.35 horas. De esta manera se ven obligados a pernoctar o depender del vehículo propio, ya que el reparto horario de las ocho frecuencias del transporte público de la Xunta se concentra por la mañana con la mitad de las mismas entre las 5.55 y las 10.45 horas.

En sentido inverso la situación mejora levemente al haber dos salidas a las seis y ocho de la tarde. Sin embargo, este último servicio sigue siendo incompatible con la mayoría de horarios lectivos, laborables o de ocio, más aún teniendo en cuenta que durante el verano sigue habiendo luz natural hasta la llegada a Vigo a las 22.25 horas de la noche.

En el ferrocarril los últimos trenes directos salen de San Cristóbal a las 21.25 horas y de Urzáiz a las 21.50, aunque en la mayoría de los casos tienen todas sus plazas ocupadas obligando a los viajeros a buscar otras alternativas. Pese al aumento de la demanda desde la inauguración del Eje Atlántico hace ahora una década, Renfe mantiene las mismas diez frecuencias por sentido con las que se estrenó.