Noruega pide a los barcos similares al «Argos Georgia» revisar su seguridad

La semana que viene se cumplirán seis meses del naufragio del Argos Georgia. El arrastrero de la armadora británico-noruega Argos Froyanes se perdió en las frías aguas de Malvinas el pasado 22 de julio y con él las vidas de 13 de los 27 tripulantes que navegaban a bordo, entre ellas las de los gallegos Santiago Leyenda, César Acevedo, Antonio Barreiro y Juan Antonio García Rey Pichón.

En manos de la Marine Accident Investigation Branch (MAIB), el primer análisis para esclarecer el fatal suceso confirmó que el hundimiento se produjo en medio de un devastador temporal en alta mar por el fallo de la compuerta lateral de estribor del pesquero; una ventana de ocho metros cuadrados que se abrió lenta e involuntariamente, sin poder impedirlo, y por la que entró de forma masiva agua hasta que el buque se fue a pique. Un incidente «imposible de controlar» que se agravó porque las compuertas interiores de la nave también estaban abiertas, traduciéndose en una tragedia mortal. Ahora, en línea con ese informe, la Autoridad Marítima de Noruega (Sjøfartsdirektoratet) ha emitido una comunicación dirigida a todos los barcos del país nórdico similares para que revisen sus sistemas, con el objetivo de evitar otro «grave accidente».

Así se pronuncia por primera vez sobre el siniestro el organismo con sede en Haugesund, haciéndolo a través de un «mensaje de seguridad» en el que insta a toda la flota de iguales características a la embarcación que zozobró a que lleve a cabo una serie de controles para garantizar que sus escotillas operan en perfectas condiciones. En concreto, el ente aconseja a los armadores que comprueben su diseño y funcionamiento «de manera que no puedan abrirse accidentalmente». En caso de que suceda por cualquier motivo, les exige tomar «las medidas correctivas necesarias».

Además, la Sjøfartsdirektoratet pide a los barcos similares al Argos Georgia que aseguren que su tripulación haya recibido el entrenamiento adecuado y realice ejercicios para cerrar las compuertas «de forma rápida y eficaz», así como que establezcan «rutinas» para que las compuertas interiores se mantengan cerradas cuando las externas estén abiertas. Estas últimas «deben poder cerrarse desde el panel de control en la timonera en caso de un buque muerto (cuando el pesquero no responde a las órdenes por fallos técnicos)», pone de manifiesto el escrito firmado por Alf Tore Sørheim, director de Asuntos Marítimos de Noruega, y Håvard Gåseidnes, director del departamento. Destacan que estas también podrían cerrarse «manualmente» por una persona «sin necesidad de herramientas».

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