El cambio climático altera el orden habitual de las estaciones

Galicia registra el tercer año más cálido en seis décadas tras 2022 y 2023 y un 14% más de lluvias, pero no en los meses habituales

Daniel Domínguez

El pasado noviembre, un surfista se preguntaba en la playa de Razo (Carballo) cómo era posible haberse metido en el agua tantos días con tanto calor y sin lluvias. El motivo radica en el impacto del cambio climático. El meteorólogo de Meteogalicia, Juan Taboada, reconoció ayer que «cada vez se hace más desordenada la sucesión de estaciones» y se agudizan los fenómenos extremos, con momentos de altas temperaturas más dilatados, lluvias más copiosas y semanas de sequías, tal y como pronosticaban los estudios científicos. De hecho, Galicia sufrió el huracán Kirk en octubre y la borrasca Carlota en febrero.

El informe climático sobre el año pasado de Meteogalicia, presentado ayer, ratifica que se están acabando las estaciones clásicas. «Cada vez se hace más desordenada la sucesión de estaciones», expuso Taboada sobre unos patrones que aparecieron «a destiempo». «El invierno tardó en llegar y el verano fue irregular», ilustró tras recordar que se batió el récord de rachas de viento con más de 200 kilómetros por hora en Viveiro.

2024 fue el tercer año más cálido de toda la serie histórica, es decir, de las últimas seis décadas, justo por detrás de 2022 y 2023. La temperatura media durante 2024 alcanzó los 14,7 grados, 1,1 por encima de la media, con especial impacto en las mínimas, que superaron en 1,4 grados las cifras habituales. En las máximas, el aumento alcanzó los 0,8. Tan solo el mes de junio ofreció parámetros normales. Enero, por ejemplo, se presentó como «extremadamente cálido».

Taboada, a la derecha, en la sede de Meteogalicia con Paula Uría y Ángeles Vázquez (izda). |  LOC

Taboada, a la derecha, en la sede de Meteogalicia con Paula Uría y Ángeles Vázquez (izda). / LOC

El fenómeno que está afectando a Galicia en los últimos tres años quedó patente durante la intervención de Taboada, que destacó que solo marzo fue un mes «frío» —hubo otros dos durante el año—, rompiendo así el «hito curioso» de 27 meses sin uno solo con esa consideración, pues en 2022 y 2023 todos fueron normales, cálidos o muy cálidos.

En cuanto a las lluvias, los registros estuvieron un 14% de lo previsto con 1.469 litros por metro cuadrado de media para un año «muy húmedo», característica que se produjo en cinco meses —febrero, marzo, mayo, septiembre y octubre—. Por contra, dos meses resultaron muy secos —agosto y diciembre— y solo noviembre fue seco. El resto fueron normales.

La Xunta desafía al Gobierno e incluirá las competencias de meteorología en su Lei do Clima

Tras más de tres lustros sin asumir nuevas competencias, la Xunta está dispuesta a seguir el camino trazado en las relativas a la gestión del litoral para lograr las de meteorología, forzando así un choque con el Gobierno que podría derivar de nuevo en un pulso judicial. La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, anunció que el proyecto de Lei do Clima estará listo en el segundo semestre del año e incluirá ya las competencias en materia de meteorología, a pesar de que el pasado domingo el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, consideró esa transferencia imposible. Lo mismo sucedió con la cesión de la gestión del litoral. La Xunta la incluyó en una ley tras el «no» del Ejecutivo, que recurrió la norma y el Constitucional avaló la postura autonómica. Vázquez urgió ayer a recibir los medios para hacer efectiva esa asunción competencial. Sin ella, añadió, no se podrán gestionar cuestiones como la instalación de chiringuitos en las playas, que son áreas de dominio marítimo terrestre.

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