Más ejercicio para aumentar la capacidad física de los brigadistas

En el nuevo programa de formación, Medio Rural plantea dos entrenamientos cada semana de dos horas para todo el personal que participa en la extinción de incendios

Pistas de entrenamiento en la base de Toén (Ourense), estrenadas en 2023. |  Iñaki Osorio

Pistas de entrenamiento en la base de Toén (Ourense), estrenadas en 2023. | Iñaki Osorio

X. A. Taboada

Como en muchas profesiones, y más en una actividad que conlleva un riesgo significativo, los brigadistas de la Xunta dedicados a la extinción de incendios cuentan con planes de formación periódicos para mejorar la seguridad y la respuesta ante el fuego. Pero en el nuevo, que ahora mismo está a debate con los sindicatos, se incluye un aspecto novedoso, que es que todo el personal de las brigadas de extinción, algo menos de un millar, tenga que hacer un entrenamiento de dos horas de duración dos veces por semana, para aumentar su capacidad física.

Lo que recoge el plan es un curso de formación para las personas que posteriormente se encargarán de organizar el adiestramiento, repetirlo de forma regular y llevar un registro de la actividad, que será obligatoria para el personal y se desarrollará en horario laboral.

Quien se lo explicó a los sindicatos, en una reunión celebrada el pasado 17 de enero, fue uno de los instructores de la Consellería do Medio Rural. La propuesta, que no es definitiva por estar aún sometida a discusión, es que todo el personal de campo haga los ejercicios por lo menos un par de veces a la semana. «Tendrían que ver con las labores de extinción. Los trabajadores deberían estar equipados con su ropa de trabajo, no de deporte, y comenzarían por unas caminatas de una hora de duración, quedando el coche de la brigada en la mitad del recorrido, por si hubiese que salir por una alarma», explica Susa Gavín, de la CIG.

En el plan de formación se dan algunos detalles más: «Los programas anuales de adiestramiento incluirán uno específico que consista en realizar ejercicios con mangueras, mochilas, batelumes herramientas manuales y otro tipo de instrumentos que simulen tareas relacionadas con la extinción o la prevención de incendios».

El sindicato CIG sostiene que es la primera vez que se apuesta por estos ejercicios para mejorar la condición física de los brigadistas desde que se puso en marcha el servicio en Galicia, hace unos 30 años. «Desde la CIG consideramos que la formación siempre nos parece adecuada, pero otro tema es la forma inadecuada en la que se llevó a la reunión. Al ser de manera obligatoria debe contar con un plan aprobado de formadores, ejercicios, presupuesto...», cuenta Gavín, que también quiere llamar la atención sobre el alto número de brigadistas que ronda los 60 años —el 75% de la plantilla—, por lo que el entrenamiento debería ser acorde a la edad.

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