Parte del tramo de la A-54 entre Arzúa y Melide abrirá en verano

Puente inauguró ayer un nuevo trecho de 12 km desde Palas de Rei | Anunció que primero se llegará hasta Santiso y que a finales de año entrará en servicio el trazado completo

Puente, 2º izq., con los alcaldes de Melide, Palas de Rei y Santiso, ayer, en la inauguración. | L. O.

Puente, 2º izq., con los alcaldes de Melide, Palas de Rei y Santiso, ayer, en la inauguración. | L. O.

Javier Ramos

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, anunció ayer que el Gobierno central prevé abrir antes de que termine el verano parte del tramo restante por completar de la autovía A-54 entre las localidades coruñesas de Arzúa y Melide.

Según trasladó Puente, en un plazo de unos seis meses, entre finales de agosto y comienzos de septiembre, el Ejecutivo estatal pondrá en servicio la extensión de la A-54 hasta Santiso, con un nuevo punto de entrada y salida en el lugar de Visantoña. Se trata de un trecho de una longitud aproximada de seis kilómetros, algo menos de la mitad de la totalidad de un tramo, el que unirá Arzúa y Melide, que no estará operativo, si se cumplen las fechas, hasta finales de este 2025.

Es la última parte que resta por construir de una autovía A-54 entre Santiago de Compostela y Lugo cuyos inicios se remontan tres décadas atrás y que ha sufrido múltiples retrasos y dilaciones a cargo de varios gobiernos de diferentes signos políticos.

Óscar Puente presidió ayer la inauguración de un nuevo tramo de esta infraestructura, entre Melide y Palas de Rei, cuya primera piedra se puso el 31 de julio de 2017, por lo que entra en servicio más de siete años y medio después. El ministro visitó el viaducto de Pambre, de casi un kilómetro de longitud, el más largo de la provincia de Lugo.

El coste de este nuevo trecho de la A-54 asciende hasta los cien millones de euros, que han servido para sufragar una intervención que ha obligado a erigir hasta seis viaductos en apenas doce kilómetros de recorrido, cinco de ellos sobre ríos y uno por motivos de cuidado medioambiental en un espacio reconocido como lugar de interés comunitario. Se trata de la Serra do Careón, integrada en la Red Natura 2000 y donde crece una especie endémica única en Galicia de arbusto santolina melidensis.

A su término, esta autovía permitirá reducir los tiempos de viaje por carretera entre la capital gallega y Lugo por debajo de la hora de duración para un trayecto que, en la actualidad, requiere de cerca de noventa minutos, con independencia de que se realice a través de la N-634 o de la N-547.

Puente defendió que, desde 2019, cuando se inauguró el tramo Lavacolla-Arzúa, el Estado ha puesto en servicio más de la mitad de los 94 kilómetros operativos de la A-54. Asimismo, valoró la alta dificultad de los trabajos ejecutados en esta autovía que recorre «un terreno orográficamente tan complejo como es Galicia» y que obliga a elaboradas soluciones de ingeniería.

Los obstáculos que ha tenido que salvar este tramo de la A-54 no se limitan únicamente al proyecto constructivo, ya que en los últimos meses encontró ciertas reticencias entre la población de las localidades vecinas a esta parte del trazado por los posibles efectos sobre la movilidad.

Alivio en Melide

El alcalde de Melide, el municipio más contestatario con la puesta en servicio del nuevo trecho hasta Palas de Rei, José Manuel Pérez, estuvo presente en la inauguración después de que la pasada semana el Gobierno que dirige llegase a un acuerdo con el Ministerio de Transportes para que se tomen determinadas medidas de seguridad vial en el centro urbano de esta villa coruñesa que ayuden a paliar los efectos de esta apertura.

Así pues, aunque ayer insistió en que no es la solución ideal, puesto que desde el ayuntamiento abogaban por una apertura conjunta de este tramo junto con el que completará la autovía hasta Arzúa, admitió que la instalación de nuevas luminarias en los pasos de peatones, la semaforización de la intersección de las carreteras que atraviesan Melide y, sobre todo, la recomendación para que el tráfico pesado se desvíe por la N-547 y no haga uso de la A-54 hacen que se alivien los efectos más gravosos sobre la circulación por estas vías.

En cualquier caso, recalcó, como ya había hecho durante los días previos, que desde el Gobierno municipal vigilarán el comportamiento del tráfico desde la puesta en servicio del nuevo tramo para determinar si son necesarias medidas adicionales de control de los flujos de vehículos y peatones.

La conselleira de Vivenda e Planificación de Infraestructuras, María Martínez Allegue, representó a la Xunta en una puesta en servicio de la A-54 en la que también estuvieron presentes el delegado del Gobierno, Pedro Blanco; el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro; y los presidentes de las diputaciones de A Coruña y Lugo, Valentín González Formoso y José Tomé, respectivamente.

Tomé atendió a los medios para expresar su satisfacción por la entrada en funcionamiento de una vía que «articula as comunicacións do centro da provincia» y mejora su conectividad con la capital gallega, especialmente en ayuntamientos del interior.

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