El doble de nuevas viviendas que de hogares: se dedican a segunda residencia

Galicia construyó 600.000 inmuebles en los últimos 42 años, pero solo se formaron 357.000 nuevos hogares | Únicamente el 16 por ciento de estos pisos fueron protegidos

Un edificio de obras en construcción.

Un edificio de obras en construcción. / Marta G. Brea

paula pérez

Nadie discute que cada vez es más difícil acceder a una vivienda, pero sí hay discrepancias sobre cuál es la receta para solucionarlo: si construir más, promover inmuebles protegidos, movilizar pisos vacíos, poner freno a los apartamentos turísticos, limitar los precios... La escasez de vivienda construida parece no ser el problema, a tenor de un informe que acaba de publicar el Ministerio de Vivienda. En los últimos 42 años se edificaron en Galicia casi 600.000 pisos, pero solo se formaron 357.000 nuevos hogares. Es decir, se construyó casi el doble de lo que se necesitaba. Eso sí, solo el 16 por ciento de estas viviendas se hizo en régimen de protección.

Dicho de otra manera, aunque se construyó por encima del incremento registrado en el número de hogares, las viviendas protegidas solo dieron cobertura al 27 por ciento de las necesidades habitacionales de la población.

Según aclara el informe del Observatorio de Vivienda, la razón de este desfase entre viviendas construidas y nuevos hogares se debe a que una parte importante de los inmuebles edificados se han destinado a segunda vivienda o a uso vacacional. Así, se da la paradoja de que mientras una parte de la población amplió sus propiedades, otros sectores se encuentran ahora con serias dificultades para encontrar un alquiler o adquirir una casa a precios asequibles.

La vivienda terminada aumentó de forma generalizada en toda España, aunque en algunas comunidades su crecimiento fue muy superior a la cifra de nuevos hogares constituidos durante ese periodo. En Castilla y León los pisos edificados fueron casi el triple mientras que en autonomías como Galicia, Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia se construyó el doble que nuevos hogares se formaron.

Más contenido fue, sin embargo, el crecimiento de la construcción de vivienda en País Vasco, Navarra y Cataluña pues está muy próximo al incremento de nuevos núcleos familiares. Por el contrario, Madrid es la única autonomía donde se edificó por debajo de las necesidades.

En todo caso, esta brecha entre vivienda construida y nuevos hogares se ha invertido en la última década. Los excesos de la burbuja inmobiliaria se registraron en Galicia entre 1981 y 2010. En este periodo los inmuebles edificados siempre estuvieron muy por encima de la aparición de nuevos hogares. Entre 2011 y 2020 casi se igualó oferta y demanda y desde 2021 hasta 2023 se está construyendo muy por debajo de las necesidades, pues solo se terminaron 7.864 pisos pero se formaron 21.331 núcleos.

Aún así, esta corrección en el mercado durante los últimos años no compensa el furor constructor de décadas atrás, de manera que en el balance global, entre 1981 y 2023, las viviendas terminadas en Galicia casi duplican al incremento de hogares.

El problema está en que de los casi 600.000 pisos construidos en la comunidad gallega durante estos 42 años, solo 96.000 fueron protegidos. Con esta cantidad de vivienda pública solo se alcanza a cubrir el 27 por ciento de nuevos hogares. Se trata del quinto porcentaje más bajo de España. Solo en Canarias, Baleares, Cataluña y Madrid fue menor la cobertura de las necesidades habitacionales con pisos de protección.

Por el contrario, en comunidades como Asturias, Extremadura o Navarra la construcción de inmuebles protegidos cubrió más del 50 por ciento de incremento de nuevos hogares.

Galicia, cuarta comunidad que menos invirtió por habitante en ocho años

Galicia se situó a la cola en inversión pública por habitante en materia de vivienda entre 2015 y 2023. Según el Boletín Especial de Vivienda Social del Observatorio de Vivienda, en este periodo de ocho años el gasto medio realizado tanto por la comunidad autónoma como por los municipios fue de 13,5 euros per cápita. Solo Castilla y León, Comunidad Valenciana y Extremadura desembolsaron menos. De hecho, la inversión pública en vivienda fue la mitad que la media nacional (25,7 euros por habitante). La situación de Galicia contrasta con la de comunidades como Navarra, que multiplica por once el gasto gallego en vivienda. En todo caso, en 2023 ya mejoró la financiación pública alcanzando los 24 euros y para este año la Xunta anunció 241 millones para vivienda, con lo que eleva un 32 por ciento la inversión.

Tracking Pixel Contents