La UPG llama al rearme ante un clima favorable al soberanismo

El partido hegemónico en el BNG quiere sacar provecho y reforzar sus «estructuras de lucha» ante la «intensa conflictividad social»

Congreso de la UPG, en julio de 2024, con su secretario xeral, Néstor Rego, en el atril. |  Xoán Álvarez

Congreso de la UPG, en julio de 2024, con su secretario xeral, Néstor Rego, en el atril. | Xoán Álvarez

X. A. Taboada

Santiago

La UPG, el partido hegemónico en el BNG, quiere hacerse notar más entre la ciudadanía y redoblar su activismo, liderando movilizaciones y «alimentando» la contestación social. Sostiene que hay motivos suficientes, como el expolio eólico, la fábrica de Altri, las dificultades de acceso a la vivienda, el maltrato de la lengua gallega, la privatización de la sanidad pública, la financiación autonómica o el intento del PP de desvirtuar la figura de Castelao.

La formación liderada por Néstor Rego sostiene que Galicia se encuentra inmersa «en un contexto de intensa conflictividad social» que permite sacar lecturas políticas «favorables a la causa del soberanismo», por lo que se debe aprovechar esta situación.

«Nuestro primer objetivo como partido es trabajar para organizar al pueblo, alargando las estructuras de lucha y fortaleciendo las ya existentes, tratando siempre de mantener la iniciativa y avanzar propuestas y alternativas», se expone en un documento aprobado en el comité federal de la UPG a finales del pasado mes, dando continuidad a las directrices del congreso celebrado en julio de 2024. «Es un año de grandes desafíos en el ámbito social, político y organizativo», enfatiza.

Que el BNG sea la segunda fuerza política del Parlamento y haya conseguido el mayor éxito electoral del nacionalismo en toda su historia, alcanzando 25 diputados en las elecciones de 2024 tras haber caído a 6 en 2016 y logrado 19 en 2020, no satisface de todo a la UPG, que en octubre, a las puertas de la asamblea nacional del Bloque, reclamó a Ana Pontón huir «de cualquier tentación presidencialista» y reivindicó una política alejada de las políticas de marketing y un «discurso decididamente soberanista».

La UPG entiende que actualmente se dan los mimbres necesarios para rearmar la estrategia soberanista aprovechando la «conflictividad» social derivada del «expolio colonial» que, a su juicio, se aprecia en la explotación eólica y energética, la implantación de Altri, en la minería «insostenible» o en el sistema de financiación autonómica.

Ante esto, el partido de Néstor Rego aboga por «reforzar la presión social organizada» contra proyectos como la fábrica de Altri en Palas de Rei, la apertura de parques eólicos o la reactivación, por parte de la Xunta, de 51 permisos mineros.

Si bien la UPG considera oportuno y necesaria la cobertura política que pueda dar el BNG en el ámbito institucional, la «clave» está en otro lado: «En la implicación activa de cada vez más personas en las plataformas, entidades y organizaciones que las articulan y en la movilización popular».

Esta «contestación social» tiene que extenderse a otros ámbitos en los que también hay problemas que derivan en conflictividad y que debe «alimentarse»: el acceso a la vivienda, la precariedad de la sanidad, el escaso autogobierno por la falta de ambición en la reclamación de competencias, el «uso absoluto» de la Crtvg por parte del PP o su intención de vaciar de contenido la figura de Castelao —en el año dedicado a su persona— para ocultar su condición de nacionalista.

Entiende la UPG que ahora es el momento de realizar un esfuerzo especial para agrandar la organización, que pasar por poner el foco en la población joven. «En este esfuerzo de proselitismo debemos prestar atención especialmente al ámbito estudiantil y juvenil, en el que tenemos enormes potencialidades y oportunidades», expone el documento aprobado en el comité central.

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