Ferraz expulsa definitivamente del PSOE a los cuatro ediles díscolos de Santiago

La Dirección Federal del PSOE comunicó este martes la expulsión definitiva del partido de los cuatro concejales díscolos de la corporación de Santiago, un paso que supone un salto significativo, aunque posiblemente no definitivo, en la crisis que arrastra el socialismo compostelano desde hace meses. Con esta decisión de Ferraz, Gonzalo Muíños, Mercedes Rosón, Mila Castro y Marta Álvarez dejarían de ser concejales del PSOE de forma "inmediata", según recoge la normativa del partido, que apunta a ese "inmediato cumplimiento" de la resolución.

No obstante, los cuatro afectados sí tienen la posibilidad de interponer los recursos que consideren ante la Comisión Federal de Ética y Garantías, tal y como recoge el artículo 342.2 del Reglamento Federal, que apunta en todo caso a que "la interposición de recursos no supondrá la suspensión de la ejecución de la resolución sancionadora". La otra vía que tienen los cuatro ediles díscolos es buscar algún tipo de suspensión cautelar de su expulsión en la justicia ordinaria, algo que valoraron en su momento. 

Causas de la expulsión

La resolución de Ferraz es clara: a las concejalas Mercedes Rosón, Mila Castro y Marta Álvarez las expulsa "ante su negativa a nombrar al portavoz municipal aprobado por la dirección local del partido"; mientras que a Gonzalo Muíños lo echa del PSOE por "su negativa a acatar la resolución del expediente y permanecer en su cargo de portavoz contra el criterio del partido". 

La decisión de la cúpula del PSOE se enmarca dentro del procedimiento iniciado el 24 de enero, cuando a los bautizados como díscolos se les comunicó la expulsión provisional del partido. Finalizada la tramitación del expediente y analizadas las alegaciones y las pruebas presentadas por los expedientados, el instructor del proceso propuso ratificar la expulsión, elevándola a definitiva según lo establecido en el artículo 341.1.d del Reglamento Federal de Desarrollo de los Estatutos Federales del PSOE. 

Las sanciones por las que se motiva la expulsión se enmarcan en el incumplimiento de faltas graves y muy graves de la normativa socialista, apuntan desde Ferraz, fundamentalmente "la obstrucción a la labor y decisiones de los órganos del partido" y la "actuación por acción u omisión, en contra de acuerdos adoptados por los órganos de dirección del partido que afecten a las instituciones". 

A mayores, en el caso concreto de Gonzalo Muíños, prosigue el PSOE, también se le incluye una sanción muy grave de "desempeñar cargos públicos o asimilados sin la autorización expresa de los órganos competentes del partido". 

Nuevo escenario

Aunque la expulsión de los cuatro concejales díscolos del PSOE de Santiago parecía un secreto a voces, su oficialización empuja a la crisis socialista a un nuevo escenario en el que los afectados tendrán que decidir si acatan la decisión del partido o si intentan paralizarla por la vía interna o a través de la justicia ordinaria, escenario este último que parece más complejo. También a nivel interno el recorrido que les queda es cada vez más corto al ir quemándose las etapas que fija el reglamento.

En todo caso, lo que no parece seguro es que el conflicto, que explotó el verano pasado aunque venía gestándose de mucho más atrás, vaya a resolverse por la vía rápida con esta expulsión, que de materializarse de forma inmediata también dibuja un nuevo escenario en la Corporación municipal, donde los socialistas se quedarían con dos concejales (Marta Abal y Sindo Guinarte) y los díscolos pasarían a integrarse en el grupo de no adscritos, alterando la aritmética, las alianzas y los actuales equilibrios de poder dentro de Raxoi.