Cuenta atrás para decidir si es viable un tren de Santiago a Lugo

Adjudicado el estudio de una conexión vía baipás entre Curtis y Ordes

martin g. piñeiro

Santiago

La conexión directa de tren entre Santiago y Lugo, una posibilidad que entró en la agenda política a mediados de los 90, se enfrenta a su momento decisivo. El Ministerio de Transportes acaba de adjudicar el estudio de viabilidad de ese baipás de menos de 30 kilómetros entre Curtis y la zona de Ordes-Oroso, por lo que en un máximo de 18 meses se desvelará si la propuesta sigue adelante o si, por contra, regresa al cajón.

La falta de una línea entre ambas ciudades es una de las últimas lagunas que queda en el mapa gallego, donde el tren siempre primó la conectividad urbana pero olvidó la de Santiago con Lugo. Las opciones que tienen hoy los pasajeros para moverse en tren entre las dos es casi decimonónica: por Ourense o por A Coruña. Para solucionar esta anomalía, el Gobierno adjudica a una UTE la redacción de un estudio de viabilidad.

Los trabajos servirán para analizar la conectividad de ambas ciudades mediante una variante entre la línea León-A Coruña y el Eje Atlántico de Alta Velocidad. En concreto, un baipás de entre 25 y 30 kilómetros —dependiendo del trazado elegido— que una la línea de tren de Lugo a A Coruña a su paso por Curtis con la línea entre Santiago y A Coruña en algún punto entre Ordes y Oroso. Ese nuevo tramo evita el rodeo por A Coruña.

El estudio licitado Transportes se desarrollará en dos fases. La primera incluirá un análisis de la movilidad en Lugo para conocer los flujos de viajeros, identificar necesidades y estimar la demanda de nuevos servicios. Y en la segunda, se definirá ese nuevo trazado Curtis-Ordes, además de mejoras en la línea actual, ya que entre Lugo y A Coruña el ferrocarril ni siquiera está electrificado. Finalmente, se estudiarán las alternativas y su rentabilidad socioeconómica en función de la demanda y los tiempos de viaje. Y quizás este último punto, el de la demanda, sea el más delicado, ya que el tren tendría que competir con la autovía A-54, que entonces ya estará operativa y permitirá al coche y el bus ser competitivo en tiempos y precios.

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