La renovación automática a mayores engorda la serie de licencias de caza

La Xunta renovó de oficio los permisos a gallegos de más de 65 años en 2024 y ahora sus tarjetas tendrán validez indefinida | No todos ellos, avisa, tienen por qué estar en «activo»

Un cazador junto a varios perros. |  Bernabé / Javier Lalín

Un cazador junto a varios perros. | Bernabé / Javier Lalín

C. Villar / C. Gayoso

Santiago

Cuando Galicia enfilaba los años 90 del pasado siglo, la cifra de vecinos con licencia de caza superaba los 108.000 permisos, más que el censo de Santiago de Compostela. Pero el dato fue menguando y en 2023 la falta de relevo generacional advertida desde organizaciones del sector ya había reducido ese número a un tercio. La tendencia la ha frenado una decisión de la Xunta pensada para simplificar los trámites a las personas mayores, que ha disparado la estadística de tarjetas de caza contabilizadas el pasado año hasta las 40.214, casi un 14% más que en 2023. La cuestión es si esos cazadores ejercen como tales al renovarles de oficio el permiso o si cuelgan la escopeta. La Administración reconoce que disponer de una licencia en vigor no significa que todos se hallen «en activo» y que la actuación puede introducir «cierto sesgo» en la estadística.

Aun así, la Xunta ahondará en la medida y, a la renovación de oficio que acometió en 2024 para «facilitar y reducir los trámites entre un colectivo que, por su edad, acostumbra a tener más dificultades para manejarse con la Administración», se sumará este 2025 la aplicación de una modificación legal que, con vistas a ahorrar «tiempo, costes y desplazamientos» a los ciudadanos, establece que la vigencia de licencia de quienes son mayores de 65 años «tenga carácter indefinido». Medio Ambiente calcula que este año se verán beneficiados 21.300 aficionados a la caza y 20.400 titulares de pesca continental.

Frente a la población menguante de cazadores que reflejaban las estadísticas gallegas, en 2024 el colectivo sumó 4.900 tarjetas. No obstante, estas se concentran —llegan a 5.100 más en un año— en el grupo de permisos A2, destinado a menores de edad (y cuya cifra no suele llegar a cien) y a mayores de 65. La nueva medida conlleva que los cazadores de 65 o más años acaparen ya el 42% de licencias. En cambio, en el grupo de 18 a 65 años, se perdieron 862. La Federación Galega de Caza urgía en 2024 un «relevo generacional» y avisaba que quienes se sacan el examen de cazador, alrededor de 250 personas cada año, no compensaban la bajada.

La prórroga, cuestionada

Tras casi cinco meses de emergencia cinegética para frenar la expansión del jabalí en Galicia, la Xunta ha decidido descartar la prórroga y actualizar la estrategia contra el animal de cara a la primavera, época de cría de la fauna silvestre y de plantación de cultivos. Tal y como adelantó este diario, la Consellería de Medio Ambiente establecerá un protocolo para que las cuadrillas de cazadores puedan solicitar entre el 1 de marzo y el 30 de junio batidas preventivas sin necesidad de que haya una denuncia previa por daños. «Las peticiones serán factibles cuando los jabalíes ya hayan provocado estragos en las cercanías. Es decir, en el caso de daños recurrentes o repetitivos en una determinada zona», explican. Estas solicitudes podrán cursarse cualquier día de semana, sin límite, a través de un correo electrónico y la Xunta resolverá en 24 horas. Para abordar la puesta en marcha del nuevo protocolo, el grupo de trabajo para el control del jabalí se reunirá hoy a las 11.00 horas. Estarán representantes de las administraciones titulares de las diferentes carreteras, Guardia Civil de Tráfico y Seprona, las consellerías de Sanidade y Medio Rural, la Fegamp y la Federación Galega de Caza, u organizaciones como Unións Agrarias, Sindicato Labrego Galego y Asaga.

Los cazadores ven «sensato» el nuevo plan de la Xunta para controlar el jabalí

Hasta ayer, prorrogar la emergencia cinegética era una opción que estaba sobre la mesa de Medio Ambiente ante la delicada situación con el animal, que causó daños en más de 2.800 hectáreas de cultivos en 2024, pero una prórroga no gustaba a los cazadores. «De un modo general, pensamos que no es procedente proseguir en estos momentos con la emergencia cinegética, no siendo en algunos lugares donde se justifique una verdadera necesidad», explicaba el presidente de la Federación Galega de Caza, Luis Fidalgo, que ahora ve el nuevo plan con optimismo. «En principio, nos parece mucho más sensato que prolongar la emergencia cinegética», explica. «Continuar con esta situación en época de cría de la fauna silvestre no era adecuado», añade. El sector agrícola también ve con cierto optimismo el nuevo protocolo planteado por la Xunta. «Creemos que es una medida positiva», indica el responsable de Desenvolvemento Rural de Unións Agrarias (UU AA), Jacobo Feijóo, quien, pese a todo, señala que la caza «cuenta con sus limitaciones». «Es necesario añadir más medios», señala. Feijoo indica que el sindicato propondrá la creación de un proyecto piloto para implementar nuevas medidas contra el animal en la reunión. «El establecimiento de jaulas trampa en zonas de cultivo y el uso de alimentación disuasiva ayudaría mucho a prevenir los daños», asegura. Por otra parte, desde el sector animalista desaprueban el nuevo protocolo propuesto por la Xunta, que ven un retroceso en la estrategia contra la expansión del animal. «De haber un descontrol real, la caza no ayuda a reducir los ejemplares, sino que simplemente disgrega a la población. No tiene fundamento científico continuar así», explica el portavoz de la fundación Franz Weber, Rubén Pérez.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents