Cuando las llamas toman el hogar

Estufas, sartenes, enchufes... Cualquier descuido puede convertir una casa en pasto de las llamas. En lo que va de año, la Axega contabilizó siete incidencias de incendios urbanos al día, lo equivalente a 401 de estos sucesos

Santiago

Regletas, estufas, leña, sartenes al fuego… Casi cualquier elemento doméstico puede, en tal solo un descuido, convertir un hogar entero en pasto de las llamas y, en el peor de los casos, acabar con más de una vida. Durante este invierno, los incendios urbanos hicieron especial daño en la comunidad, teniendo que lamentar varias muertes en pocos meses. Sin ir más lejos, este miércoles falleció un octogenario a causa de un fuego originado en su vivienda de Bertamiráns, en el concello coruñés de Ames.

Y es que los incendios urbanos marcaron un abrupto inicio del 2025 en Galicia. El pasado 6 de enero, día de Reyes, una mujer de 42 años fallecía por asfixia a causa de un fuego enOleiros. Esta víctima fue la tercera durante las pasadas Navidades. Las otras dos fueron una mujer de 67 años con problemas de movilidad que murió mientras su casa se incendiaba el 9 de diciembre en A Coruña y una anciana de 80 años que falleció en Ourense en Nochebuena.

La profusión de estos fuegos puso en alerta a los servicios de Urgencias al arranque de este 2025. Según datos de la Axencia Galega de Emergencias (Axega), durante el 2024 se registraron seis incidencias al día, el equivalente a 2.358 durante todo el año. Las tipologías que engloban estos casos comprenden un amplio abanico de situaciones, como fuegos en viviendas, bajos o galpones, entre otros. Este número corresponde a los avisos que llegaron al teléfono del 112 y se convirtieron en incidencia real; es decir, que necesitaron una movilización de medios. Con todo, la Axega detalla que «hay una parte de estos números que acaban al final en falsas alarmas».

En términos de estacionalidad, los incendios urbanos siguen un claro patrón invernal, época de calefacciones, chimeneas y braseros. Durante el 2024 la Axega contabilizó un total de 946 incidencias en los meses de diciembre, enero, febrero y marzo. La cifra equivale al 40,11% del total. Si extinguir un incendio forestal no implica pocos riesgos, los que suceden en casas y edificios tampoco se quedan atrás. «Quizás haya pocos, pero son los más letales y virulentos», explica el jefe de la dotación de bomberos de Santiago, Miguel Arca.

En cuanto a la intervención en los incendios urbanos, Arca asegura que la manera de extinguirlos cambia en función del lugar. «Si nos toca intervenir, por ejemplo, en una vivienda unifamiliar de una sola planta, vamos entre cinco y seis efectivos en dos vehículos: el de mando —un todoterreno donde van el sargento de los bomberos y los cabos— y el camión cisterna con la manguera. En este tipo de fuegos no solemos usar la escalera extensible, aunque sí la solemos llevar por si acaso», indica Arca, que explica que la cosa cambia si se trata de un bloque de edificios. «Cuando pasa esto vamos en torno a nueve efectivos en tres vehículos: el de mando, el ‘cisterna’ y el camión con autoescalera», señala.

Según Arca, el proceso tiene que ser rápido y funcionar «como un engranaje». «Lo primero es posicionar los vehículos», señala el bombero. «Una vez situados, todo se hace a la vez. El mando se ocupa de recabar la información y demás labores: pregunta al entorno sobre posibles vecinos que se encuentren en el inmueble afectado, trata de calmar a la gente...», indica.

Sobre el momento de «atacar el fuego»·, Arca explica que se trata de hacer de la manera más eficaz posible. «Es todo muy rápido y hay que hacerlo todo a la vez: extinguir las llamas y evacuar a la gente», indica. «Siempre tratamos de usar la menor cantidad de agua posible para causar pocos daños. Una vez extinguido el incendio, la zona tiene que estar ventilada hasta que los medidores no detecten partículas tóxicas», apostilla.

Cuestionado por los incendios urbanos más peligrosos, Arca no tiene dudas: «Los que ocurren en garajes. Son donde mueren más bomberos. Date cuanta que si arde un coche, el humo que deja puede ocupar 300 metros cuadrados».

Para prevenir los fuegos domésticos, Pedreira indica que es primordial revisar todos los elementos eléctricos y de gas. «Es importante ver que no se sobrecargan enchufes y regletas, así como revisar que las estufas o salamandras no funcionen cerca de ropa u otras telas», avisa el experto de ONRI, que indica que es clave tener tres cosas en casa: extintor, manta ignífuga y detector de humos.

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