Otra «plaga» del pino en el norte de Galicia urge un plan de choque

A la plaga del nematodo del pino, que ya alcanza 30 municipios del sur de Galicia, 25 de ellos en Pontevedra —y con su «zona cero» en As Neves—, viene a unirse otra enfermedad de los pinares del norte gallego: la enfermedad de las bandas. Esta afectación de hongos que seca las hojas de los pinos, extendida por la cornisa cantábrica desde el País Vasco, contribuye a la pérdida anual de 9.000 hectáreas de pinar.

Con esta alerta sobre la mesa, la Fundación Arume urge a la Consellería de Medio Rural a declarar la emergencia sanitaria en los pinares gallegos y a lanzar un plan de choque. En una reunión clave entre la Consellería de Medio Rural y la Fundación Arume celebrada este lunes, representantes del sector forestal expusieron la grave situación por esta enfermedad de las bandas, que afecta especialmente a la especie del pino radiata cuyas masas se concentran entre Lugo y A Coruña. El vicepresidente de la Fundación Arume, Francisco Dans, subrayó a LA OPINIÓN la necesidad de actuar de forma inmediata para frenar el deterioro de las masas forestales, ya esta primavera.

La Fundación Arume propuso la declaración de emergencia sanitaria en los pinares de pino radiata, afectados casi en su totalidad por esos hongos que causan defoliación progresiva. Dans explicó que la plaga ha crecido de manera alarmante, afectando directamente a la producción maderera, ya que «el 50% de la madera cortada en Galicia proviene de la variedad de pino radiata».

Entre las medidas planteadas ayer están la obtención de planta resistente a esta enfermedad, como sería la introducción del pino taeda en las zonas más afectadas, ya que es una conífera resistente tanto a las bandas como al nematodo. Hablaron de la concesión de ayudas directas a los silvicultores afectados, así como de «la asignación de recursos para realizar un proyecto de I+D que permita conocer con mayor precisión la ecología y el comportamiento de las patologías forestales».

Según matiza el vicepresidente de Arume, se trataría de un estudio genético que permita determinar qué características del suelo gallego y de las plantas propician esa extensión de la enfermedad. Es decir, por qué hay árboles resistentes, e incorporar estos a programas de mejora.

Fabricación

La pérdida de 9.000 hectáreas anuales supone no solo un golpe al sector forestal, sino que también pone en riesgo la industria de la madera, que depende de la disponibilidad de materia prima para la fabricación de embalajes, mobiliario y construcción en madera. «Los propietarios forestales no pueden hacer frente a la situación por sí solos. Es necesario que la Xunta tome medidas urgentes y coordine los tratamientos necesarios para salvar las masas de pino», enfatizó Dans.

La Fundación insistió en la necesidad de que la administración actúe con rapidez, pues la llegada de la primavera podría agravar aún más la crisis forestal.

La Consellería de Medio Rural se mostró receptiva a las propuestas, indicaron, y les aseguró que estudiará las propuestas. La Xunta aseguró tras el encuentro en el que participó la conselleira, María José Gómez, acompañada por el director xeral de Planificación y Ordenación Forestal, José Luis Chan, que la reunión «sirvió para estudiar vías de colaboración y ahondar en la mejora de la situación de las coníferas en Galicia, una materia prima relevante para el sector forestal».