Los loteros gallegos, con el agua al cuello: más costes y misma comisión

No pueden repercutir la subida de sus gastos en los productos que venden, cuyo precio y porcentaje de ganancia los fija el Estado | Piden más rendimiento en los décimos de Navidad

Un hombre en una administración de lotería.  | |  N. P.

Un hombre en una administración de lotería. | | N. P.

Mateo G. Triñanes

Santiago

Los loteros gallegos se sienten con el agua al cuello. Como el conjunto de los pequeños y medianos comerciantes, han visto como durante los últimos años sus costes se han disparado. Alquiler, electricidad, personal, material informático... Prácticamente desde todos los frentes, las facturas no han hecho más que engordar progresivamente. Sin embargo, a diferencia de otros gremios, ellos no pueden repercutir esa incremento de sus gastos de explotación en el precio final de su producto, fijado por el Estado.

«Llevamos 21 años con las comisiones prácticamente congeladas. Es cierto que hubo una actualización en 2022 pero fue de decimales y ha quedado completamente diluida porque ahora estamos en un contexto en el que nuestros gastos se han disparado muchísimo», explica el lotero ourensano Jorge Anta, que vicepreside la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Loterías (Anapal).

Muchos de los aproximadamente 260 loteros que desarrollan su actividad en la comunidad se sienten asfixiados y han comenzado a juntarse en grupos de Whatsapp para denunciar la situación. Desde Anapal, iniciarán una campaña para lograr, al menos, una actualización de las comisiones que reciben por los boletos del Sorteo Extraordinario de Navidad. «Por cada décimo, en este momento, los loteros nos llevamos 90 céntimos brutos», explica Anta. Una cuantía que prácticamente no ha variado desde la entrada de España en el euro. «Entre 2003 y 2022 hemos cobrado 80 céntimos por décimo, hasta esa actualización decimal que te decía antes», apunta.

Mientras que la comisión de la mayoría de juegos pasivos —es decir, los de la Lotería Nacional— es del 6%, con los décimos navideños los administradores únicamente se embolsan el 4,5%. Se trata además de un sorteo de especial importancia económica para los loteros, ya que según los datos de la Memoria de 2023 de Loterías y Apuestas del Estado —que no cuenta con estadísticas territorializadas y es la última disponible— las ventas del Gordo suponen el 59,2% de los casi 10.000 millones de euros que el gremio logró comercializar durante aquel año.

Según explica Anta, a pesar del duro momento que están viviendo las administraciones de lotería aún existe «demanda» dentro del sector por hacerse con una oficina y eso es «lo que está evitando que se produzcan un gran número de cierres», como sí se ha ido produciendo en otro tipo de pequeñas y medianas empresas. En este sentido, el vicepresidente de Anapal señala que «el 70% de la red de administraciones, existente en España —unos 4.100 puntos de venta— ya se ha traspasado en algún momento. Incluso hay puntos de venta en lugares concretos, como Madrid, que ya se han traspasado hasta en cinco ocasiones». Sin embargo, a pesar de que todavía no hayan empezado a bajarse persianas, los loteros se sienten «muy apurados». El incremento de los costes de explotación, combinado con unas comisiones muy reducidas, achican al extremo su margen de beneficios. «Para ganar más, lo único que puedes hacer es intentar vender más. Sin embargo, si quiero despachar más es probable que necesite contratar a una persona más, porque el personal es el que es y las horas son las que son. Entonces también se aumentan los gastos», ejemplifica Anta.

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