El envejecimiento sitúa los hogares con solo dependientes en los 20.000

«Las redes de apoyo van a menos y la gente necesita más servicios de proximidad», alertan los trabajadores sociales | Galicia cuenta con 103.000 familias con miembros con dependencia

Un hombre empuja la silla de ruedas de una mujer con dependencia en la entrada de un centro de salud en Santiago de Compostela.

Un hombre empuja la silla de ruedas de una mujer con dependencia en la entrada de un centro de salud en Santiago de Compostela. / Xoán Álvarez

Daniel Domínguez

Santiago

Uno de cada cuatro habitantes de Galicia supera los 65 años y el envejecimiento se incrementa cada año debido a la baja natalidad, algo que va adelgazando la red de apoyo familiar que se hace cargo de los mayores. Este fenómeno ha situado por primera vez los hogares de la comunidad con todos sus miembros con algún tipo de dependencia por encima de los 20.000, rozando ya el 2% del total en la comunidad.

En concreto, Galicia cuenta con 20.056 familias con todos sus miembros en situación de dependencia, superando los datos de 2017 (16.169), 2011 (14.616) y 2007 (15.114), un año después de que se aprobase la Ley de Dependencia, impulsada por el Gobierno presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Porcentualmente, el incremento es de tres décimas, pero apunta a una tendencia que irá a más, pasando del 1,53% al 1,86% en 2023, según los últimos datos disponibles de la Enquisa estrutural a fogares elaborada por el Instituto Galego de Estatística (IGE).

Los expertos apuntan a que la tendencia es imparable. «La gente necesitará cada vez más apoyos y servicios, especialmente de proximidad, porque las redes de apoyo familiar van a menos y el envejecimiento va a más», expone David Gontán, coordinador del Colexio Oficial de Traballo Social de Galicia.

En su opinión, la situación será especialmente grave para los matrimonios de personas de avanzada edad que tengan alguna dependencia ambos o para los dependientes que vivan solos. «Para ellos, la primera necesidad es una red de apoyo familiar, algo que se está perdiendo. Los recursos de proximidad son lo más importante y el primero es el Servizo de Axuda no Fogar (SAF); pero no llega porque no se encuentra personal suficiente, entre otros problemas», añade, si bien distingue entre los casos en función de la gravedad. «Lógicamente, no es lo mismo un dependiente con grado 3 que está encamado que un grado 1 que necesita ayuda para que le hagan la comida», puntualiza.

Residencia y Casas do Maior

En este punto, Gontán lamenta la falta de servicios suficientes, especialmente en el rural, si bien reconoce nuevas experiencias como la de Mazaricos, donde se han abierto seis Casas do Maior. «Pero desde el año 2007 no se abre en Galicia ninguna residencia totalmente pública», lamenta.

En términos generales, Galicia cuenta con 103.134 hogares con alguno de sus miembros víctima de dependencia, una cantidad inferior a las 107.577 de 2017, la oleada precedente de la citada encuesta del IGE. En el año 2007, el dato era de 93.483 y en 2011, de 88.769.

La ayuda a domicilio lidera las prestaciones

La reforma del Gobierno previa a las elecciones generales de julio de 2023 impuso la teleasistencia como una prestación obligatoria y complementaria para todos los dependientes, salvo, lógicamente, los que vivían en residencias. Pero ese cambio no soluciona, exponen desde el Colexio Oficial de Traballo Social, las necesidades del colectivo. «Son precisos servicios de proximidad, la teleasistencia no soluciona nada porque se trata de algo para una situación de emergencia», dice David Gontán.

En la actualidad, la prestaciones aprobadas —que no significa que se estén recibiendo ahora mismo— suman 107.056 repartidas entre 77.734 dependientes, según los datos de enero pasado del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.

La ayuda a domicilio lidera la tabla con 24.513, si bien el incremento salarial ha tensionado las cuentas de los ayuntamientos, que exigen a la Xunta mayor aportación. La teleasistencia se sitúa en segundo lugar tras el citado cambio legal, con 22.320 prestaciones aprobadas, por delante de las 21.567 pagas económicas de cuidadores familiares.

Casi 78.000 ciudadanos

La atención residencial apenas alcanza las 6.793 para esos citados 77.734 dependientes con derecho a prestación sobre un colectivo que el IGE cifra en 111.929 ciudadanos.

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