Dos de cada diez trabajadores en residencias son temporales

La reforma laboral permitió reducir en casi diez puntos la eventualidad | Las plantillas de los centros de mayores crecieron un 5,5% en un año

paula pérez

Santiago

La reforma laboral que entró en vigor en 2022 ha conseguido rebajar la temporalidad en el empleo del 19,4 por ciento al 15,9 actual. Pero en algunos sectores la eventualidad aún es algo superior a la media. Es el caso de los servicios sociales. En Galicia dos de cada diez trabajadores de residencias, tanto públicas como privadas, tienen contratos temporales. Son más de 3.000 empleados de los casi 15.000 que hay trabajando en centros de mayores de la comunidad.

En sus manos está el cuidado de miles de mayores, pero es un trabajo muy exigente donde las condiciones laborales no siempre son las óptimas. Los sindicatos han denunciado más de una vez la precariedad de los contratos. Y a esto se suma un elevado número de bajas, que obligan a recurrir a contrataciones eventuales.

En todo caso, la reforma laboral ha permitido reducir la tasa de temporalidad entre los empleados de las residencias de mayores, pues en 2021 rondaba el 30 por ciento y ahora se sitúa diez puntos por debajo.

La conselleira de Política Social, Fabiola García, reconoció esta semana la escasez de profesionales para atender una demanda creciente de servicios sociales. El progresivo envejecimiento poblacional de Galicia y el aumento de personas dependientes exige cada vez más recursos. De ahí, que las afiliaciones a este sector no dejen de crecer, al tiempo que aumentan los problemas para cubrir algunas vacantes.

Según los datos de un informe del Ministerio de Derechos Sociales, el número de trabajadores dedicados a los servicios sociales en Galicia, tanto en el ámbito público como en el privado, asciende ya a casi 40.000. En un año se incorporaron 2.100 personas más a este sector, lo que permitió incrementar las plantillas un 5, 8 por ciento.

Galicia es, de hecho, de las comunidades que más está tirando del empleo en materia de servicios sociales. Con datos cerrados a finales de 2024 se convirtió en la cuarta autonomía con mayor crecimiento en el número de afiliados. Solo la superan Canarias (9,2 por ciento), Murcia (8,8 por ciento), Baleares (6,1 por ciento) y está empatada con Andalucía (5,8 por ciento).

El empleo en servicios sociales crece cuatro veces más que la media pues el número total de afiliados en Galicia en el cuarto trimestre de 2024 fue solo un 1,5 por ciento superior a las cifras registradas un año antes.

Y casi cuatro de cada diez empleos en servicios sociales se concentran en la asistencia que se presta en establecimientos residenciales. Son 14.951 empleos tanto en geriátricos privados como en los financiados por la Xunta. Los trabajadores de las residencias gallegas aumentaron un 5,5 por ciento en un año y Galicia fue así la tercera comunidad con mayor incremento en las plantillas de estos centros, solo por detrás de Extremadura y Canarias.

De estos empleados el 79 por ciento son indefinidos, pero no todos trabajan a jornada completa. Así, el 2o por ciento de los 11.885 empleados fijos de las residencias tienen un contrato a tiempo parcial.

Y de los 3.000 eventuales también hay medio millar que están contratados a media jornada. Mientras, los contratos de fijos discontinuos son minoritarios: casi 140.

Cuidadores

En todo caso, en la cifra de afiliados en materia de servicios sociales se incluyen los cuidadores no profesionales de dependientes, que suelen ser familiares que cobran una ayuda de la Administración y cotizan a la Seguridad Social. Y el número de estos cuidadores también está al alza. En un año han crecido un 14,5 por ciento, según las cifras del Ministerio de Derechos Sociales.

En los centros de servicios sociales públicos, sobre todo en las residencias, la Xunta está teniendo dificultades para cubrir bajas. Para no dejar desatendido el servicio se pide a los trabajadores que están en plantilla que asuman los turnos que quedan vacantes.

La Consellería de Política Social ha decidido regular la figura de las intersustituciones, que hasta ahora solo existía en el Sergas, y negocia con los sindicatos un plus que abonará a sus empleados y que oscila entre los 75 y los 355 euros por cada jornada extra. De esta forma, cuando se produzcan bajas imprevistas o no se encuentre sustituto para cubrir al personal que esté de vacaciones o descanso serán los propios empleados del centro los que asumirán esos turnos.

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