El alquiler en Galicia ya exige 2.400 euros más al año que hace una década

En A Coruña, la única urbe gallega por encima de los 700 euros, es un 25% más caro que la media autonómica: 1.700 euros más al año | Las tarifas en la ciudad suben un 30% en un lustro

Un joven se fija en las ofertas de una inmobiliaria en A Coruña. |  Germán Barreiros / Roller Agencia

Un joven se fija en las ofertas de una inmobiliaria en A Coruña. | Germán Barreiros / Roller Agencia

A Coruña

La escalada de precios en el mercado del alquiler no vislumbra todavía su final. Todavía no han tocado techo y, según aseguran desde el sector inmobiliario, este año seguirán al alza ante una oferta que está en mínimos históricos. Son apenas 2.600 viviendas que cuelgan el cartel de Se alquila en Galicia, pero la mayoría llevan meses a la espera de un contrato, bien porque carecen de ascensor o trastero que requieren los arrendatarios, porque su estado no les acaba de convencer o bien porque los precios están al alcance de pocos bolsillos. En Galicia, la renta media que se exige hoy supera los 560 euros al mes, un 1,6% más que al cierre de 2024 y un 54% más que hace una década, según datos del Observatorio da Vivenda de la Xunta. En consecuencia, un desembolso de 2.400 euros más al año que en 2015 por el alquiler de ese mismo piso.

En las ciudades, sobre todo en A Coruña, Vigo y Santiago, el arrendamiento empieza a ser prohibitivo y eso hace que cada vez más jóvenes que quieren emanciparse o familias que quieren mudarse a un piso más grande o en un barrio más céntrico tengan que posponer sus planes. Tanto en A Coruña como en Vigo ya son más del 20% de los inmuebles disponibles los que superan los 1.000 euros de renta. La oferta para alquiler en A Coruña es la más cara del mapa inmobiliario gallego. De hecho, es la única urbe que supera la barrera de los 700 euros de renta, en concreto 703 euros, según los últimos datos disponibles del pasado mes de febrero. Es un 25% más que la media en Galicia y que se traduce en un desembolso para un inquilino en A Coruña de 1.700 euros más al año —140 euros más cada mes—.

Aunque los salarios han subido, no lo han hecho al ritmo de las actualizaciones de precios de los alquileres. En una década, el arrendamiento en la ciudad de A Coruña exige un 70% más —al cierre de 2015 el precio medio era de 414 euros—. ¿En qué se traduce para un arrendatario esta subida? En un gasto adicional de 3.500 euros al año frente al que ese mismo alquiler exigía hace diez años. Esa misma vivienda hace cinco años costaba un 30% menos, por lo que hoy el gasto extra es de 2.100 euros al año.

Vigo también está marcada en rojo en el mapa inmobiliario de Galicia. La segunda ciudad más cara para el alquiler en la comunidad firma ya contratos con una media de 661 euros, un 17,4% por encima del coste en el conjunto autonómico. Con estas tarifas, arrendar un piso en la ciudad olívica implica un gasto de casi 1.200 euros más al año que la media en Galicia.

Los alquileres en Vigo también se han convertido en un gasto inasumible para muchos potenciales inquilinos, con un encarecimiento de los precios del 60% en los últimos diez años (el coste en 2015 era de 410 euros) y casi un 30% en un lustro (en 2020 se elevó a 520). Con esta tendencia, el gasto en el arrendamiento en la ciudad olívica este año requerirá al menos 3.000 euros más que hace una década.

Santiago, que en los últimos meses ha visto engordar su oferta de viviendas en alquiler de larga duración tras la regulación de pisos turísticos, aunque de una manera muy tímida, exige también por encima de los 600 euros de renta. En concreto casi 613, casi un 10% más que la media autonómica: unos 600 euros más al año de gasto en el arrendamiento que la media en el mercado gallego. Si los precios actuales se comparan con los ofertados hace una década en Compostela, el repunte alcanza el 56% y respecto a hace un lustro, más de un 30%. En la práctica, son 2.640 euros adicionales que habrá que apartar este año para el alquiler frente al que se pagaba en 2015.

A la par que aumentan los precios en el mercado del alquiler, la compra de viviendas gana cada vez más adeptos. Ante la reducida oferta de arrendamientos de larga duración y las rentas en máximos, la opción de la compra ha logrado el año pasado en Galicia el mejor dato desde 2008: 23.642 operaciones, un 22% más que el ejercicio anterior. Se trata del mayor incremento experimentado en el conjunto de España., que se quedó en un 10%. Frente a este aumento en las ventas, los contratos de alquiler de 2024 en Galicia —en base a las fianzas depositadas ante el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS)— cayeron algo más de un 2%, hasta situarse en los 35.698. En los dos primeros meses del año se formalizaron casi 5.200 contratos de arrendamiento, de ellos más de 800 en la ciudad de A Coruña, otros 720 en Vigo o casi 400 en Santiago.

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