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La inflación llega también al seguro de los edificios y muebles de la Xunta

X. A. Taboada

Santiago

Al igual que cualquier propietario de un bien inmueble, la Xunta también tiene un seguro para todas las construcciones y mobiliario que conforman el patrimonio de la comunidad autónoma. Está destinado a cubrir los daños que puedan sufrir por accidentes protagonizados por terceras personas, robos, expolios, vandalismo o desperfectos y deterioros causados por las inclemencias meteorológicas.

Tras años pagando una prima que ha permanecido «prácticamente invariable» desde 2010, ahora toda elevarla un 32% y sacarla a licitación por un precio de 2,2 millones de euros por año. Este «incremento tan significativo» se debe a dos razones: al aumento de los siniestros —sobre todo causados por averías técnico-electrónicas— y a que hay que repercutir la inflación tras el alza de los costes de la mano de obra, materiales y maquinaria necesaria para reparar los daños.

Este seguro es de carácter voluntario y se suma a la lista de contratos que firma la Xunta con aseguradoras, como el general de responsabilidad civil y patrimonial que cubre los errores médicos, con un coste de 11 millones de euros.

El que da cobertura a los edificios y muebles no era tan caro, pero comienza a serlo porque la Xunta advierte una «tendencia preocupante» en el incremento de los daños, con una media de 1,11 millones de euros cada año. Desde mediados de 2018, el montante global alcanza los 5,6 millones, tal como se recoge en el informe de justificación de la licitación de este servicio.

Según las explicaciones, las cifras de siniestralidad ascendían al 76% del precio de la prima, pero para que resulte rentable y aporte equilibrio a la aseguradora, lo habitual es que no supere el 50%. De ahí el incremento de un 32% de la póliza, que en los últimos años se contrató a la misma empresa porque era la única candidata.

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