La Xunta necesitó 640 millones extra a final de año para sueldos y fármacos

Los ajustes contables de diciembre tiraron del fondo de imprevistos y de 406 millones sin gastar de otras consellerías para cuadrar balances | Contas critica esta forma de actuar

Una sanitaria entra en las Urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. |  X. Álvarez

Una sanitaria entra en las Urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. | X. Álvarez

Daniel Domínguez

Santiago

A finales del año pasado, cuatro departamentos de la Xunta pulsaron el botón rojo para reclamar inyecciones extra de dinero para afrontar el pago de salarios o la compra de medicamentos e incidieron en una práctica que el Consello de Contas considera una «deficiente técnica presupuestaria» y que le afea al Ejecutivo desde hace años. Esa praxis consiste en prever gastos por debajo de su coste real y luego aplicar modificaciones presupuestarias para cuadrar el balance. En diciembre, esos salvavidas internos superaron los 640 millones de euros, el equivalente casi al 5% de los 13.954 millones de presupuesto anual de la Administración autonómica.

Las advertencias de Contas, que reiteró en un informe sobre el Servizo Galego de Saúde (Sergas) a comienzos de mes, han sido ignoradas por el Ejecutivo presidido por Alfonso Rueda, como antes sucedió durante la etapa de Alberto Núñez Feijóo. Las modificaciones presupuestarias del pasado diciembre sumaron solo en medicamentos y nóminas 640,5 millones, a los que se añaden los 285,6 con que el Ejecutivo liberó los peajes de las autovías de O Salnés, O Barbanza, Ourense-Celanova y Santiago-Brión.

De esos 640,5 millones, un total de 506,9 corresponden a la sanidad, que necesitó 280,7 millones para pagar medicamentos y otros 226,2 para abonar salarios, pues los fondos previstos para estos gastos corrientes se quedaron cortos. Además, el pago de salarios de profesores requirió otros 100,8, personal de Política Social necesitó 21,9 y el cuerpo de la administración xeral recibió 10,9, según la documentación interna del Ejecutivo.

Esas aportaciones extra que eran imprescindibles para pagar nóminas incluso del mes de noviembre y los medicamentos necesarios para los pacientes gallegos se distribuyeron en 19 modificaciones presupuestarias autorizadas por el departamento de Facenda, dirigido por Miguel Corgos, y por el director xeral de Orzamentos e Financiamento Autonómico, Arturo López Iglesias.

La mayor parte de ese dinero procede de los 406 millones sin gastar con el que las consellerías llegaron a final de año y que Facenda reorganizó para tapar los agujeros contables citados. El resto se financió con el propio fondo de imprevistos, que originalmente contaba con 16 millones, y crédito.

Práctica habitual

Las modificaciones presupuestarias son una práctica habitual y justificada para atender las vicisitudes de cada ejercicio, pero el Consello de Contas llama la atención de manera regular sobre el abuso de esta práctica por parte de la Xunta, lo que distorsiona la radiografía contable que ofrece la versión inicial de las cuentas económicas. Considera que la Administración infravalora el gasto en cuestiones corrientes, como personal o medicamentos, y recurre de forma excesiva al fondo de imprevistos, que nutre a final de año con el dinero sin gastar de otras consellerías para cubrir las necesidades, principalmente, del Sergas. «La finalidad para la que se dita [el fondo de contingencias] está fundamentada en la cobertura de necesidades de carácter discrecional, no previstas en el presupuesto inicial. Sin embargo, se destina a gastos que se pueden estimar inicialmente, situación que se pretenda con carácter recurrente como se puso de manifiesto en informes precedentes», apuntaba Contas en el informe relativo al año 2020. Ese fondo, añade en el informe de 2023, «sigue empleándose para la cobertura de gastos (principalmente gasto corriente) que son objeto de una deficiente presupuestación».

El cambio más notable alcanzó los 156,3 millones de euros para ampliar el presupuesto del Sergas y «disponer del crédito necesario para la financiación de la nómina del mes de diciembre del personal que presta servicios en las áreas sanitarias que conforman la estructura organizativa del Sergas».

El organismo fiscalizador cifró en 480 millones el dinero adicional que la sanidad gallega necesitó en 2023 para cubrir los gastos de personal y medicamentos, evidenciando la continuidad de una práctica criticada en sus informes durante años.

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