Galicia deberá reemplazar hasta 2040 a unos 13.000 maestros y profesores

Unos 900 docentes se jubilan en la enseñanza pública cada curso | El porcentaje de plantilla no universitaria con 50 o más años es el más elevado de todas las comunidades

Candidatos a acceder al cuerpo docente de la Consellería de Educación en un examen de oposición en Vigo.

Candidatos a acceder al cuerpo docente de la Consellería de Educación en un examen de oposición en Vigo. / Marta G. Brea

C. Villar

Santiago

Cuando el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, anunciaba en enero qué especialidades docentes convocaría la Xunta para este año, destacaba que Galicia agota una vez más la tasa de reposición marcada por la normativa estatal (120%) y que con la nueva oferta de empleo público ascienden a 20.252 las vacantes convocadas por el Gobierno gallego desde 2009, «impulsando una renovación de aproximadamente dos tercios del profesorado». Con todo, esa renovación no significa necesariamente rejuvenecimiento. Casi un 42% (el 41,84%) de los docentes que imparten clase en Galicia en el sistema público en las enseñanzas de régimen general (Infantil, Primaria, Especial, ESO, Bachillerato y FP) ha soplado ya al menos 50 velas con los datos más recientes al respecto, los relativos al curso 2023-2024, que acaba de difundir el Ministerio de Educación.

El porcentaje —que sería superior entre docentes de Secundaria que entre maestros, con datos del curso anterior— convierte a Galicia en la comunidad con una plantilla docente más envejecida de todo el territorio estatal, aunque Canarias le pisa los talones, con un porcentaje del 41,7% de educadores de 50 o más años. Ambas comunidades vuelven a coincidir en el podio, pero intercambian los puestos que ostentan cuando se analiza el profesorado universitario en proceso de jubilación, también el más envejecido.

En la números absolutos, los efectivos empleados por la Administración que superan el medio siglo de edad superan los 13.300. Suponen un reto para el sistema educativo gallego, que tendrá que renovar, de aquí a quince años, hasta 2040, cuatro de cada diez trabajadores. En un horizonte más inmediato, un lustro, y teniendo en cuenta que cada curso se retiraría una media de alrededor de 900 maestros y profesores, el sistema educativo afrontaría la jubilación de 2.800 efectivos del total de 31.809 que el Gobierno central recoge para el curso pasado.

El profesorado que inicia su carrera y no llega todavía a la treintena supone 1.464 efectivos, el 4,6% del total. Pese a su escaso peso en el conjunto de instructores, la gallega no sería la comunidad en la que este grupo de edad es el menos representativo de un espectro dominado por personal entre 40 y 49 años, sino que en ese indicador registran datos más bajos Murcia y Cantabria. No obstante, por cada uno de esos jóvenes que debutan en las aulas se cuentan dos veteranos que ya superaron el listón de los 60 y que estarían más cerca de concluir su periplo profesional.

En el curso 2009-2010, el primero en el que gobernó el PP tras el bipartito, las cifras de personal con al menos medio siglo de vida a sus espaldas era casi similar: suponían el 41 por ciento de docentes en la enseñanza pública. Hay que tener en cuenta que desde entonces la Xunta tuvo que asumir el mandato de una tasa de reposición —para cubrir las jubilaciones que se van produciendo— derivado de la crisis económica e impuesto por el Gobierno central que, en los años más moderados, llegó a permitir la renovación de solo uno de cada diez docentes que se retiraban. Desde entonces, Galicia sumó 1.800 profesores en la pública.

La privada, en cambio, peina menos canas. Las estadísticas ministeriales revelan que, del total de 9.442 efectivos contabilizados impartiendo clase en enseñanzas de régimen general en Galicia, los más jóvenes (menores de 30 años) suponen el doble que en la pública (un 9,4%) y que poco más de un tercio (35%) tienen 50 o más.

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