El coste anual de la fuga de talento: 200 millones y merma de la natalidad

En un amplio estudio que supera las 200 páginas, el Observatorio Galego de Dinamización Demográfica ha realizado un análisis de las migraciones en la comunidad autónoma, centrado sobre todo en lo que llevamos de siglo. Y entre sus diversos enfoques, ha intentado poner cifras al coste económico de la llamada fuga de talento, entendido como tal, el fenómeno del recién graduado universitario que tras completar sus estudios en Galicia, abandona la comunidad autónoma en busca de oportunidades laborales en otro territorio que no ha tenido que hacer esfuerzo público alguno por contar con un personal «altamente formado». Esto, según las cuentas del Observatorio, supone un coste mínimo anual de 209 millones de euros para Galicia, además de incidir negativamente en la tasa de natalidad y frenar la creación de empresas.

En todo caso, el Observatorio —adscrito a la Consellería de Política Social— advierte de que sus cálculos hay que tomarlos con todas las cautelas posibles por los pocos trabajos existentes sobre los movimientos migratorios motivados por cuestiones laborales y las escasas estadísticas disponibles. De ahí que sus números sean simulaciones tomadas a partir de bases de datos de 2011 actualizadas con criterios recientes. Eso sí, no se tienen dudas de que la salida de universitarios «tiene importantes repercusiones económicas y sociales» para la comunidad autónoma.

«La fuga de capital humano provoca que un número significativo de personas universitarias abandone Galicia ante la esperanza de encontrar un empleo fuera. Por tanto, desde Galicia se incurre en un coste (privado y público) de formar personas con estudios superiores y ese capital humano altamente formado será empleado, a coste cero, en otra comunidad autónoma», se indica en el informe, detallando que el cálculo de este coste se hace descontando el ahorro que supone, en términos de formación, la entrada de universitarios procedentes de otros territorios. Sin embargo, este balance es negativo, porque los que abandonan Galicia son el doble de los que entran.

Con el gasto medio por alumno que supone la formación universitaria en España, que en el año 2020 fue de 8.793 euros, según los datos del Gobierno central, el coste por estudiante sería de 35.172 euros por toda la carrera si esta se completara en cuatro años. Entonces esto supondría que la repercusión económica de la fuga de talento ascendiese a 209 millones de euros, que se elevaría a 262 millones si el título se consiguiera en cinco años y llegaría a los 366 millones en caso de completarse la graduación en siete años.

«Con todas las cautelas, se puede señalar que debido al proceso migratorio de las personas con titulación universitaria, Galicia incurre anualmente en un coste por generar titulados que emigran fundamentalmente por cuestiones laborales de, como mínimo, 209 millones de euros, suponiendo que los estudiantes terminasen su formación en cuatro años», se recoge como conclusión en el informe elaborado por el Observatorio Galego de Dinamización Demográfica.

Otra simulación que hace, tomando como base el año 2011, pero con la tasa de emprendimiento del Informe GEM 2022-23, es para estimar el número de empresas que se dejarían de crear al año por la marcha de titulados. Serían unas 470 en total cada ejercicio.

Y una tercera implicación sería netamente social: la pérdida de nacimientos porque una parte importantísima de los emigrantes universitarios serían mujeres y además se encontrarían en edad de tener hijos. Y en caso de formar una familia, pues se constituiría en otra comunidad autónoma o en el extranjero tras completar la formación en Galicia.

El Observatorio entiende que este proceso migratorio supone como mínimo una pérdida anual de 1.353 nacimientos en el caso de que el 75% de las emigradas estuviera en edad fértil. Pero si toda ellas estuvieran en esa etapa, entonces la cifra se elevaría hasta los 1.804 nacimientos menos al año en la comunidad gallega.

«No existe una preocupación suficiente»

«Los años de esfuerzo necesarios para terminar unos estudios universitarios y el coste económico que ello supone no siempre se ven rentabilizados con la obtención de un puesto de trabajo adecuado», advierte el Observatorio Galego de Dinamización Demográfica, por lo que plantea una serie de recomendaciones con el objeto de «mejorar nuestra situación de pérdida de capital humano». En todo caso, se hace hincapié en que la llamada fuga de talento «es un tema muy delicado y difícil de trabajar». Explica que si bien es un asunto al que se acude de forma recurrente, la realidad es que «no existe una preocupación suficiente por tratar esta cuestión a través de información estadística oficial, por lo que resulta imposible valorar de forma adecuada». Pero como esta emigración sí existe, resulta necesario intentar que su impacto sea el menor posible. Lo que aconseja es, primero, realizar un esfuerzo mayor en materia de empleo que permita ajustar la oferta con la demanda de trabajo, «lo que pasa necesariamente por mejorar el mercado de trabajo». En segundo lugar, se considera necesario apostar por la creación de empresas innovadoras, de mayor tamaño o bien, conseguir establecer vínculos entre las pequeñas y medianas empresas en caso de que el incremento de dimensión resultase complicado. También se aboga por impulsar las actividades relacionadas con la tecnología en Galicia, «ya que son precisamente estas empresas las que pueden generar un mayor valor añadido a nuestra economía e incentivar la permanencia del capital humano más valioso». Además, se propone una mayor cooperación entre el sector productivo y la universidad y más incentivos para recuperar talento emigrado.

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