La policía relaciona a dos detenidos por homicidio en Barcelona con el ajuste de cuentas de Carballo

Las fuerzas del orden vinculan a los dos dominicanos acusados de asesinar el 4 de diciembre a José Luis Alvarado, en Carballo, con una banda de sicarios que, en Nochebuena de 2023, mató a un hostelero en Poble Sec (Barcelona), según informa El Periódico de Cataluña, del mismo grupo que LA OPINIÓN. En relación con este crimen, los Mossos d’Esquadra detuvieron a los dos autores en diciembre de 2024 en Madrid y L’Hospitalet de Llobregat. La investigación sigue abierta para determinar posibles conexiones de los sospechosos con alguna banda de traficantes.

El examen de los teléfonos móviles de los detenidos en Cataluña permitió a los Mossos encontrar relaciones con el asesinato a tiros de un hombre en un bar de Carballo, el 4 de diciembre de 2024. El modus operandi de ambos casos era similar: sobre las 20.00 horas de ese día, dos hombres con el rostro cubierto entraron en el local y, «con una sorprendente frialdad y pericia en el manejo de armas de fuego», dispararon mortalmente contra José Luis Alvarado, de 33 años y dominicano. La coincidencia de las acciones y la nacionalidad de víctima y sospechosos hicieron que los Mossos traspasasen esta información a la Guardia Civil, que la incorporó a la investigación abierta por el crimen.

Hace unos días, la Guardia Civil informó de que había detenido en Madrid y Barcelona a dos sospechosos de nacionalidad dominicana, de 33 y 29 años, como presuntos autores del violento asesinato de Alvarado en el Bar Castro de Carballo. La víctima falleció en el acto a causa de las múltiples heridas de bala. La investigación de la Guardia Civil constató que existió una «planificación meticulosa por parte de los agresores, quienes actuaron con determinación y se dieron a la fuga con la misma rapidez», por lo que se trataba de un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico.

Desde un primer momento, los Mossos trataron el crimen de Poble Sec como una más que posible ejecución, ya que la forma de actuar del presunto autor de los disparos recordaba a un sicario. Además, la víctima, de 32 años, estaba relacionada con bandas de narcotraficantes, según fuentes de la investigación, por lo que la principal hipótesis es que se trataba de un asesinato encargado por un ajuste de cuentas y que lo habían cometido profesionales. Gracias a la declaración de los clientes del bar y de otros testigos, que vieron huir a los motoristas, así como a las cámaras de seguridad se pudo identificar a los sospechosos.

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