Portugal mantiene para 2028 el inicio de las obras del AVE entre Braga y el Miño

El gestor luso se ratifica en los plazos pese a la situación política y los problemas de la línea a Lisboa, donde ha paralizado sus dos tramos

Tren Celta, en Guixar. | Marta G. Brea

Tren Celta, en Guixar. | Marta G. Brea

víctor p. currás

Vigo

Con margen todavía para aprender de los errores y reponerse de los contratiempos, el tren de Velocidad entre Vigo y Oporto mantiene su calendario previsto. Infraestruturas de Portugal (IP) ratificó este martes el objetivo de que las obras para la nueva línea entre Braga y Valença do Minho arranquen dentro de tres años y estén concluidas dentro de otros cuatro.

«Nuestra estimación es tener la obra iniciada en 2028 y concluida en 2032» señaló el presidente ejecutivo del gestor, Miguel Cruz, sobre los 68 kilómetros de nueva construcción. Este horizonte se mantiene a pesar del escenario de gobernabilidad —con los conservadores en minoría tras los comicios del pasado domingo— y los problemas encontrados en la «joya de la corona» de la futura Alta Velocidad portuguesa: la línea entre Oporto y Lisboa.

Esta primavera se han paralizado los dos tramos en marcha con los cambios en el proyecto constructivo en Oporto y Vila Nova de Gaia o la declaración como desierto del concurso del segundo tramo hasta Coímbra.

«A finales de este trimestre estará concluido el estudio previo. A continuación, en el tercer trimestre, el estudio de impacto ambiental» explicaba durante la celebración del foro Braga. Presente e Futuro do Caminho de Ferro na Região que conmemora el 150º aniversario de la llegada de este medio de transporte a la ciudad. Estas previsiones coinciden con lo anunciado por el ministro Miguel Pinto Luz durante su visita a Vigo el pasado 26 de febrero. «En el inicio de 2026 esperamos tener la declaración de impacto ambiental y la propuesta fundamentada para que se pueda abrir el concurso», añadió. Esta primera fase de la línea dejará el viaje entre Vigo y Oporto en una horquilla de 60 a 75 minutos frente a los 144 del Tren Celta actual. Para una etapa posterior quedará la conexión con el aeropuerto Francisco Sá Carneiro desde Nine.

Al igual que en Gaia y Coímbra, donde ha habido desencuentros entre el proyecto oficial y los deseos de las autoridades locales, la integración urbana del nuevo trazado aún no está definido por completo. «El tema aún no está cerrado. Estamos haciendo los estudios y, cuando estén listos, comunicaremos eso», garantizó Cruz. La opción más plausible pasa por una estación a las afueras de la ciudad pero con una conexión rápida en bus o tranvía.

Próximos avances

Por el momento en el país vecino se limitan a las palabras y no a los hechos, ya que continúan sin tener un solo kilómetro de alta velocidad en servicio. En el lado español se espera que este año haya avances en los 20 kilómetros que separan la estación de Urzáiz, en Vigo, de la frontera. El estudio informativo de la Salida Sur de la ciudad olívica verá la luz este verano con unos 12 meses de demora sobre lo previsto, mientras que en enero se retomaron las reuniones entre los técnicos de ambos países para definir el nuevo puente internacional sobre el río Miño en Tui. A su vez, en los últimos meses se ha desbloqueado la mayor parte del trazado de 200 kilómetros.

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