El 24% de los jóvenes gallegos de 14 a 18 años apuesta dinero en juegos de azar

El fenómeno en Galicia supera el registro estatal y Sanidade admite que va a más

Máquinas tragaperras en un local de hostelería. |  EP

Máquinas tragaperras en un local de hostelería. | EP

C. VIllar

Santiago

La Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-2024 ha incluido como un nuevo ámbito en todas las líneas de actuación las adicciones sin sustancia, conocidas también como comportamentales, «con especial énfasis en el juego de apuesta (presencial u online)». Ese indicador se analiza ahora en las encuestas del Plan Nacional sobre Drogas y sus datos más recientes reflejan que casi uno cada cuatro estudiantes gallegos de entre 14 y 18 años ha apostado dinero en juegos de azar. Serían casi 30.000 los adolescentes, incluidos menores de edad, que lo tienen prohibido, y por otro lado el problema va a más.

Así lo admitió ayer el secretario xeral técnico de la Consellería de Facenda, David Cabañó, en una respuesta a una pregunta del BNG en la Comisión de Sanidade e Política Social del Parlamento gallego, en la que informó de que entre los 14 y los 18 años el juego con dinero se sitúa en el 24,3% y que el «juego problemático» entre la juventud en Galicia se incrementa «levemente» y se sitúa «por encima» de la media registrada en España. Los grupos en los que son más frecuentes este tipo de prácticas son los hombres y los estudiantes de más edad. Asimismo, según expuso Cabañó, la modalidad presencial sigue siendo la dominante, tanto en la comunidad gallega como en el resto del Estado. Al respecto, indicó que la versión del juego por internet es «mucho menos frecuente».

El diputado del BNG Iago Suárez, que fue quien preguntó por la estrategia del Gobierno gallego ante el «preocupante aumento del riesgo de adicción al juego entre los jóvenes», sostuvo, sin embargo, que los datos «demuestran» que la Lei do Xogo aprobada en 2023 «no está funcionando». Suárez reclamó también un incremento en la distancia mínima de los salones de juego a los colegios hasta los 500 metros, en lugar de los 300 metros actuales.

Investigadores que han ahondado en las apuestas entre adolescentes, como el profesor de la Universidade de Santiago Antonio Rial Boubeta, han explicado a este diario que «cualquier conducta potencialmente adictiva que se inicia en la adolescencia suele tener entre tres y cuatro veces más de probabilidades de convertirse en una verdadera adicción».

Cabañó abogó durante su intervención por la necesidad de seguir trabajando en nuevas medidas para desarrollar las acciones preventivas y de sensibilización, como la creación del Observatorio Galego do Xogo, contemplado en la Lei do Xogo de 2023, pendiente de los informes preceptivos para su aprobación definitiva. Explicó que desde la entrada en vigor de dicha normativa se extinguieron casi 13.000 autorizaciones para máquinas de tipo B y auxiliares de apuestas. Además, recordó que se está ultimando el anteproyecto de la Lei de protección da saúde das persoas menores e prevención das condutas adictivas, que contempla medidas que afectan no solo al juego, sino también al uso problemático de videojuegos, internet y redes sociales

El número de máquinas de tipo B, las conocidas como tragaperras, instaladas actualmente en la comunidad es de 11.677, lo que supone un descenso del once por ciento en los últimos siete años. De este modo, Galicia cuenta con dos casinos, dos salas adicionales, 11 bingos, 115 salones de juego y 40 tiendas de apuestas; la apertura de nuevos establecimientos está suspendida desde el año 2019 y no se podrán abrir hasta que se convoquen los concursos públicos.

Cabañó recordó, además, que todos los establecimientos de juego deben, antes de octubre de 2023, de tener un control de acceso que prohíba la entrada a menores y, en los locales de hostelería y ocio, las máquinas de apuestas tendrán que tener mecanismos para impedir el uso por parte de la juventud menor de 18, similar a las máquinas de tabaco.

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