Aumenta el ruido por el tráfico: ya lo sufren más de 133.000 gallegos

Son un 16% más que hace cinco años | La carretera autonómica más ruidosa es la que enlaza A Coruña y Cee, atravesando los concellos de Arteixo, Carballo y A Laracha

Atasco hoy en la salida de la ciudad por la AC-11 (avenida de Alfonso Molina) tras el atropello de un caballo en Palavea.

Atasco hoy en la salida de la ciudad por la AC-11 (avenida de Alfonso Molina) tras el atropello de un caballo en Palavea. / DGT / LOC

paula pérez

Santiago

El ruido es el segundo factor ambiental que más incide en el riesgo de enfermedades, solo después de la contaminación del aire. Está asociado a alteraciones del sueño, dolencias cardíacas, trastornos mentales (estrés, depresión, ansiedad o demencia) y en los casos más graves puede derivar en pérdida de capacidad auditiva o en los molestos acúfenos. Y la principal fuente de contaminación acústica es el tráfico rodado. La Xunta está obligada a medir el ruido que se genera en su red autonómica de carreteras para activar medidas dirigidas a amortiguarlo y acaba de sacar a exposición pública los resultados de su estudio. Más de 133.000 gallegos sufren este tipo de polución sonora en sus viviendas debido al tránsito de vehículos, una cifra que, además, ha crecido respecto a la última revisión que se hizo hace cinco años. Ahora hay un 16 por ciento más de afectados (un incremento de 18.000 personas). Y aquí no se incluyen las vías que son de competencia estatal o las calles de ámbito urbano de titularidad municipal.

Cada cinco años la Xunta debe revisar sus mapas de ruido. Así se lo exige una directiva europea. El documento, que acaba de sacar a información pública esta semana se corresponde con la cuarta fase de estos estudios —los últimos fueron aprobados en septiembre de 2021—. Su objetivo es evaluar la exposición de la población a las emisiones acústicas asociadas al tráfico y a partir de ahí elaborar un Plan de Acción contra la Contaminación Acústica, que determinará las acciones prioritarias a llevar a cabo en la red autonómica de carreteras.

Pero la Xunta no analiza todas las carreteras sino aquellos tramos que soportan un tráfico anual de más de 3 millones de vehículos, que son un total de 81. Y cuantifica cuantas viviendas y población hay expuesta al ruido de estos viales.

Según la Xunta, el ruido puede acarrear efectos sobre la salud que van desde efectos subjetivos como molestias (con más de 50 decibelios) hasta fisiológicos como el deterioro de la audición (cuando se superan los 100 decibelios). Como resultado de la evaluación realizada, hay 76.200 viviendas afectadas por niveles de ruido superiores a los 55 decibelios, de las cuales 200 soportan más de 75 decibelios. Traducido en personas son 133.000 los afectados y entre ellos hay 20.000 que sufren el nivel máximo de contaminación acústica.

En estas cifras se incluyen tanto las casas diseminadas a lo largo de las carreteras como las situadas dentro de aglomeraciones urbanas.

Entre las vías autonómicas revisadas hay doce que destacan por su elevada afectación sobre la población, pues en todas el ruido perjudica como mínimo a más de 3.000 personas. Y, entre ellas, siete pertenecen a la provincia de Pontevedra, cuatro a A Coruña y una a Lugo.

La carretera autonómica más ruidosa es la AC-552 que enlaza A Coruña y Cee, atravesando los concellos de Arteixo, Carballo y A Laracha. La contaminación acústica debida al tráfico de este vial es un incordio para 16.500 gallegos.

En segundo lugar está la PO-551 que une Marín y Moaña. El tramo afectado es el comprendido entre el punto kilométrico 6 y el 390 que discurre por Bueu, Cangas y Marín. Los vehículos que circulan por esta vía generan ruido para más de 11.000 vecinos.

La contaminación acústica de la PO-308, entre Pontevedra y A Lanzada, también está entre las más elevadas con 9.700 afectados, cifra similar a la exposición al ruido de los 9.400 residentes en viviendas próximas a la AC-862, entre Ferrol y Mañón.

El tránsito de la vía autonómica que une Vigo con Tui (PO-552 entre el punto kilométrico 0 y el 390) provoca molestias a otros 6.400 gallegos. En la LU-862 entre Mañón y Cervo hay 5.100 personas perjudicadas. Y en la AC-841 que une Santiago y Teo el ruido incordia a otros 4.600 vecinos.

También hay una gran afectación en la PO-403 que enlaza Salvaterra de Miño con Ponteareas (4.200 perjudicados), en la PO-325 entre Vigo y A Ramallosa (4.000), en la PO-548 entre Pontecesures y Vilagarcía (otros 4.000), en la PO-531 que une Pontevedra y Vilanova de Arousa (3.100) y en la AC-211, entre Pedro de Nós en Oleiros y Ponte do Temple en Cambre (con 3.100 afectados también).

Es el caso de 82 centros escolares y 22 ambulatorios o hospitales. Si bien la población afectada por el ruido del tráfico generado en la red autonómica de carreteras se ha incrementado en los últimos cinco años, el número de edificios sensibles expuestos a contaminación acústica ha descendido, pues antes eran 138.

La provincia de A Coruña es la más afectada (47 centros). Y, en concreto, la carretera autonómica que genera más polución acústica en estos edificios sensibles es la AC-12 o Avenida da Pasaxe, que atraviesa la ciudad de A Coruña y que genera ruido en 4 colegios y 10 centros sanitarios. En Pontevedra hay otros 40 inmuebles de este tipo sometidos a altos niveles de contaminación sonora.

Un total de 104 colegios y centros sanitarios afectados

La dispersión de la población en Galicia exige una tupida malla de carreteras para comunicar todos los núcleos, pero esto también provoca que la afectación por el ruido generado por el tráfico de estos viales sea mayor. Y su impacto no se reduce solo a viviendas particulares, la Xunta identifica también edificios sensibles como colegios o centros sanitarios que sufren un alto nivel de contaminación acústica.

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