Más de la mitad de concellos llega al ecuador de mandato sin presupuestos para este año

La polarización política aumenta un 26% los consistorios con las cuentas prorrogadas, entre ellos, la ciudad de Ourense

Mariña Gueimunde, izquierda, relevó como alcaldesa de Viveiro a María Loureiro, derecha. |  E. P.

Mariña Gueimunde, izquierda, relevó como alcaldesa de Viveiro a María Loureiro, derecha. | E. P.

Daniel Domínguez

Santiago

Por primera vez en cinco años, el concello de Ourense que dirige Gonzalo Pérez Jácome cuenta con un borrador de presupuestos municipales, aunque el plazo para presentarlo se ha ido postergando tras haber señalado este mes de mayo como la fecha elegida. La polarización política y el difícil entendimiento entre bloques condena a decenas de municipios a prorrogar sus planes económicos sin actualizar, lo que dificulta su día a día, como se mostró en Ourense o en A Coruña, donde había que negociar modificativo por modificativo y, tras perder el apoyo del BNG, el PSOE tuvo que aprobar los presupuestos a través de una cuestión de confianza.

Más de la mitad de concellos padece esta situación, pues según el registro del Ministerio de Hacienda 168 alcanzan la mitad del año, que supone también la mitad del mandato actual, sin presupuesto de este ejercicio aprobado. Las cifras pueden variar en los próximos días debido a casos como el de Ourense, que está negociando el documento, o Ribadumia, que se encuentra en una situación similar, pero suponen un indicador de los problemas que sufre el ámbito municipal en un ambiente político enrarecido. De hecho, muchos ayuntamientos lograron darle luz verde a sus planes económicos el pasado mes de abril, como Redondela, Moaña o Silleda.

Los presupuestos constituyen la principal herramienta política de los gobiernos locales, pues reservan dinero para las actuaciones concretas, como peatonalizar calles, pagar deudas, contratar personal para un programa específico o poner en marcha mejoras del alcantarillado.

Cuando los gobiernos locales carecen de apoyos suficientes para aprobar un nuevo plan económico para el ejercicio en curso, optan por dos vías: la prórroga o la cuestión de confianza vinculada a la continuidad del regidor. En el primer caso, se mantiene el presupuesto antiguo, por lo que cualquier cambio de dotación requiere una votación para modificar las cuentas. En la cuestión de confianza, una especie de órdago con el que un ejecutivo municipal vincula su continuidad a la aprobación del plan económico local.

Si el pleno rechaza esa moción, se abre un período de cuatro semanas durante los cuales la oposición puede negociar una moción de censura para proponer un regidor alternativo. Si no se consigue armar otro gobierno, el alcalde no solo mantiene el poder el ejecutivo municipal, sino que sus presupuestos son aprobados. Este camino fue el empleado por la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, para lograr luz verde a sus cuentas, que no había logrado pactar con sus socios del BNG. La imposibilidad de una alianza entre nacionalistas y PP fue su aliada.

De acuerdo con los registros del Ministerio de Hacienda, la cifra de municipios sin un presupuesto aprobado para 2025 son 168: 36 en A Coruña, 42 en Lugo, 60 en Ourense y 30 en Pontevedra, lo que supone 35 más que antes de las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023. Se cumple en unos días, por tanto, la mitad del actual mandato. En algunos casos, los problemas derivan de problemas crónicos, como en O Irixo, donde en año y medio tuvieron tres alcaldes; en otros de mociones de censura, como Viveiro, donde se negocia la aprobación.

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