Cartografía científica para ampliar las fronteras submarinas al oeste de Galicia

El ‘Sarmiento de Gamboa’ parte en una expedición para sumar kilómetros a la plataforma continental ante la ONU en agosto | Tiene implicaciones geoestratégicas y económicas

Foto del equipo técnico y científico que partirá el «Sarmiento de Gamboa» desde Vigo. |  José Lores

Foto del equipo técnico y científico que partirá el «Sarmiento de Gamboa» desde Vigo. | José Lores

Elena Ocampo

Vigo

Una expedición científica a bordo del buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa realizará desde esta semana y durante los quince días siguientes, una completa «radiografía» submarina a nivel cartográfico. Un estudio con el que pretenden avalar la ampliación de la plataforma continental española al oeste de Galicia. Tras ampliarse las fronteras bajo el mar en 38.500 kilómetros cuadrados como parte del proceso aprobado en marzo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, los datos procedentes de esta nueva campaña tienen otro ambicioso objetivo: «Aumentar más la zona de ampliación, hacia el noroeste del Banco de Fisterra», según avanza el coordinador de la comisión del proyecto de ampliación de la Plataforma Continental española, Luis Somoza y jefe de la campaña. Se refiere a un punto ya mapeado entre cañones submarinos, que atraviesa el Banco de Galicia, o el valle submarino Valle Inclán, entre otros que se enraízan en nuestra cultura. La campaña reúne a técnicos, científicos y tripulación de diversos países, en un ejemplo de cooperación científica.

El día que zarpe de Vigo vendrá determinado por la llegada de una pieza de repuesto para el barco —hoy o mañana—. «Queremos ampliar los ‘marcos’», bromean gráficamente los técnicos especializados en geofísica y sísmica de reflexión de la Unidad de Tecnología Marina (UTM), dependiente del CSIC. Las condiciones meteorológicas son determinantes para el éxito de la campaña científica, ya que «el equipo no puede operar con olas de 6 o 7 metros», explica el capitán, Miguel Ángel Menéndez Pardiñas. En la última campaña, la meteorología adversa fue determinante. «Con ese nivel de agitación marina, resulta imposible desplegar o recuperar los instrumentos con seguridad, especialmente los streamers sísmicos que se remolcan durante varios kilómetros», explican desde la UTM. Además, el oleaje extremo compromete la calidad de los datos y pone en riesgo tanto el material como al personal a bordo. Por eso, cada ventana de buen tiempo es clave para avanzar en los trabajos de cartografiado del fondo marino. Olas de más de dos metros, pueden impedir las maniobras de despliegue, explican. Por ello, la duración y eficacia de la campaña dependerán también del estado del mar.

Actualmente, España tiene reconocidos esos 38.000 kilómetros cuadrados adicionales de plataforma continental frente a Galicia, una superficie mayor que la terrestre de la comunidad. Con esta nueva campaña, se espera consolidar y ampliar aún más esa cifra, siguiendo el precedente de una jornada de cartografiado. La ampliación de la plataforma continental tiene implicaciones geoestratégicas y económicas. Abarca derechos sobre los recursos del subsuelo marino más allá de las 200 millas náuticas, incluyendo especies marinas en contacto con el fondo como el fletán o el pulpo, que motivaron históricas disputas internacionales como la «guerra del fletán» entre Canadá y países pesqueros. O, más recientemente, la de EE UU por Groenlandia y que también encubre recursos estratégicos.

La expedición, integrada por investigadores e investigadoras, técnicas y técnicos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) —integrado en la Agencia estatal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)— y de la Unidad de Tecnología Marina, así como del Instituto Español de Oceanografía, también del CSIC y del Instituto Hidrográfico de la Marina Armada (IHM), que depende del Ministerio de Defensa.

Utilizan compresores de aire de alta presión y un streamer de seis kilómetros equipado con hidrófonos para captar las ondas generadas por los cañones sísmicos. Estos datos permiten trazar perfiles del subsuelo marino y determinar si las capas geológicas pertenecen a la plataforma continental española, requisito fundamental para su ampliación.

Formación

La expedición también tiene una vertiente formativa. Científicos y doctorandos de países como Portugal, Colombia, Cuba y Marruecos participan en el proyecto, en el marco de un programa de Naciones Unidas que fomenta el intercambio de conocimientos para que otras naciones puedan seguir procesos similares de solicitud de extensión de plataforma. «España ya ha colaborado en misiones similares con Cuba y Portugal, y ahora actúa como referente técnico y científico», explica Luis Somoza.

La expedición representa no solo una apuesta por la ciencia y la soberanía marítima española, sino también por la diplomacia internacional y la transferencia de conocimiento.

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