Rueda matiza que abrazó a Villares «por buen conselleiro, no como denunciado»

Por primera vez desde la dimisión del exconselleiro, el presidente de la Xunta traslada su «apoyo» a la demandante | «Tras lo que dicte el juez, toca asumir las consecuencias», dice

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. / Javier Rosende Novo.

Mateo G. Triñanes

Santiago

Casi 48 horas. Ese ha sido el tiempo que ha necesitado el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, para comenzar a desmarcarse de la figura del exconselleiro do Mar, Alfonso Villares, dimitido el pasado miércoles por una presunta agresión sexual. También para que, por primera vez desde que el caso saltase a la opinión pública, el máximo representante de todos los gallegos emitiese un mensaje de apoyo hacia la denunciante.

Rueda conocía desde febrero la denuncia a Alfonso Villares por agresión sexual

Alberto Rivera

Después del cierre de filas perpetrado por el Gobierno gallego en torno a Villares durante los últimos días, desde el unánime aplauso al término de la rueda de prensa en la que anunció su renuncia hasta los abrazos y carantoñas con sus excompañeros de Ejecutivo en la toma de posesión de Marta Villaverde el pasado jueves, Alfonso Rueda quiso, por fin, matizar ese aval al dimisionario. «Quiero dar un mensaje claro. Yo no apoyo al exconselleiro como denunciado. Fue un abrazo de agradecimiento por su labor, fue un buen conselleiro», sostuvo el jefe del Gobierno autonómico, ayer, desde Barcelona, donde tuvo lugar la Conferencia de Presidentes.

Unas declaraciones que no realizó motu proprio sino tras la insistencia de los periodistas allí presentes. Dos fueron las preguntas que se le realizaron al presidente gallego al respecto del caso Villares: «En el día de ayer, no hubo ni por parte de usted ni de nadie de la Xunta palabras de apoyo a la víctima, y sí de respaldo al ya exconselleiro, ¿no debería ofrecer hoy su respaldo a la denunciante?» y, por otro lado, «¿no cree que su abrazo ayer al exconselleiro le puede quemar y afectar a su imagen?».

En primer término, Rueda apuntó las cuestiones, pero no las respondió. Quería priorizar aquellas que tuvieran que ver con el contenido de la reunión que había mantenido con Gobierno central y el resto de presidentes autonómicos. Una vez solucionado ese trámite, el presidente de la Xunta contestó desmarcando su abrazo con Villares, durante la toma de posesión de la nueva titular de Mar, de la investigación judicial abierta sobre el cervense por agresión sexual.

Sobre la denunciante, Rueda indicó que «en Galicia nadie puede dudar del decidido apoyo» que la Xunta da a cualquier víctima de violencia machista para que pueda emprender las acciones oportunas y recibir asistencia. Además, matizó también sus palabras del pasado jueves en las que demandaba «justicia» para el exconselleiro: «Lo que he pedido es que este caso se resuelva cuanto antes y, tras lo que dicte el juez, toca asumir las consecuencias».

Unas respuestas del jefe del Ejecutivo autonómico que, por primera vez desde el día de autos, marcan distancia con respecto al exconselleiro de Mar y a su futuro judicial. Suponen, también, a pesar de que Rueda considere que «nadie en Galicia puede dudar» de ello, la primera mención expresa del Ejecutivo gallego de «apoyo» a la denunciante. Ni siquiera lo hizo el director xeral de Loita contra a Violencia de Xénero, Roberto Barba, que el pasado jueves mostraba su respeto «a las dos partes» implicadas en el proceso judicial y calificaba de «intachable» la dimisión del exconselleiro do Mar.

Precisamente en cuanto a la renuncia de Villares, el presidente gallego volvió a subrayar los tiempos de respuesta de la Xunta. «En cuanto hubo el primer pronunciamiento judicial [en referencia a la imputación por parte del TSXG del exconselleiro do Mar, notificada el pasado martes] en 24 horas ya había dimitido», recordó, antes de volver a manifestar que él respetará «la decisión que tomen los jueces» sea esta cual sea.

A lo largo de los últimos dos días, el caso ha tenido un importante eco en las tertulias televisivas a nivel nacional, con críticas, precisamente, a la falta de un posicionamiento del Ejecutivo gallego en favor de la víctima. En una de ellas, la líder de la oposición, Ana Pontón, mostraba su preocupación al respecto. «Es terrible el mensaje que se les está transmitiendo a las mujeres de nuestro país cuando hay una denuncia, se ponen del lado del presunto agresor e ignoran a la víctima», criticó. Ayer mismo, el BNG solicitó una reunión de urgencia de la junta de portavoces del Parlamento para modificar el orden del día del pleno del próximo martes y solicitar, así, la comparecencia de Rueda.

Por su parte, la secretaria de Organización del PSdeG, Lara Méndez, reprochó desde Silleda el «machismo institucional» de Rueda y aseguró que la Xunta debería haber tomado medidas contra Villares en febrero, «y no solo no lo apartó, sino que lo mantuvo en el cargo y en sus facultades».

La exalcaldesa de Lugo censuró también la falta de respeto a la denunciante hacia la que, hasta ayer, «no hubo ninguna palabra» por parte de los dirigentes del PP.

La presunta agresión se habría producido tras una sumisión química a la denunciante

Paralelamente al cambio de actitud del Gobierno gallego se van conociendo más detalles sobre la querella presentada por Paloma Lago contra el exconselleiro do Mar. El programa de Ana Rosa desveló ayer que la presentadora denunció que dicha agresión sexual habría sido llevado a cabo «mediante sumisión química», según fuentes cercanas a la investigación de los hechos.

Los hechos se remontarían al pasado mes de diciembre, cuando Lago despertó «desnuda y desorientada» en su casa de Ferrol. Allí su sobrino la vio «mareada», por lo que una ambulancia tuvo que acudir a prestar asistencia sanitaria. 

Precisamente, su sobrino explicó, en otro programa televisivo, que vive «pared con pared» con su tía y aseguró que él había visto a Villares en el lugar de los hechos: «Soy testigo circunstancial y tengo que ir a declarar al juzgado».  

Este periódico intentó recabar de forma insistente a lo largo de la mañana de ayer, aunque sin éxito, la versión del propio Villares sobre estos detalles revelados por el conocido programa de televisión.Cuando anunció su dimisión, defendió su inocencia y negó la acusación. Desde su entorno, se explicó que Villares y Lago mantenían un relación sentimental que habían iniciado unos meses antes de la supuesta agresión. 

El exmarido de la presentadora y padre de su hijo, Javier García Obregón, aseguraba en declaraciones a Europa Press que Paloma cuenta con su apoyo «siempre» y más en esta ocasión.

Villares coincidió con Paloma Lago en Ferrol el verano pasado

El exconselleiro do Mar, Alfonso Villares, acudió el verano pasado a Equiocio, un concurso hípico celebrado en Ferrol y que organizan los hermanos de Paloma Lago, donde coincidió con la modelo.

Precisamente, la familia Lago emitió ayer un comunicado anunciando la suspensión de un acto relacionado con el concurso programado para este mismo viernes. En el mencionado texto, se alude directamente al «contexto mediático que está viviendo la dirección», en referencia al momento personal que atraviesa la familia, volcada en estos momento en apoyar y proteger la intimidad de la modelo y presentadora afincada en la ciudad departamental. 

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