Feijóo conoció la semana pasada la denuncia contra Villares

«Cumplimos los estatutos», asegura el presidente de la Xunta

Santiago

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, volvió a hablar ayer de Alfonso Villares, el dimitido conselleiro do Mar por una supuesta agresión sexual a la presentadora Paloma Lago. Aseguró que no comunicó a su jefe de filas en el PP, Alberto Núñez Feijóo, que había sido denunciado por agresión sexual hasta la semana pasada, justo antes de que anunciase su dimisión, y defendió que el proceder se ajusta a lo que determinan los estatutos populares.

«Cumplimos los estatutos», sostuvo en la rueda de prensa tras el Consello de la Xunta, en la que incidió en que él habló con Feijóo en «el intervalo de horas» transcurrido entre la notificación de su situación de investigado y la renuncia de Villares.

La forma en que se produjo la dimisión, varios meses después de presentarse la denuncia y tras declarar en comisaría —que Rueda conocía desde el primer momento— provoca que la oposición levante la voz, así como por el abrazo que le brindó el presidente en el acto de despedida y las muestras de apoyo que recibió de todo el Gobierno gallego.

El secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, sostuvo que la dimisión «no fue un gesto de responsabilidad», sino que «fue un movimiento político forzado por la presión de lo que se iba a conocer». La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, demandó a Rueda que comparezca en el Parlamento para explicar «por qué durante meses ocultó y encubrió» a Villares tras conocer en febrero la denuncia.

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