La Xunta devuelve el último plan urbanístico de un Ourense que sigue con el diseñado en 1986

Urbanismo exige justificar datos de edificabilidad y pisos previstos

Manuel Pardo y Encarnación Rivas dieron cuenta este viernes del informe desfavorable.

Manuel Pardo y Encarnación Rivas dieron cuenta este viernes del informe desfavorable. / Roi Cruz

S. de la Fuente

Ourense

El Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) que el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, remitió a la Xunta a finales de 2024 regresa al concello acompañado del dictamen desfavorable de la Dirección Xeral de Urbanismo, que ha detectado numerosos defectos en el documento y reclama que sean enmendados con la mayor celeridad. Se trata de un nuevo varapalo al urbanismo de una ciudad que sigue anclada en un PXOM de 1986, tras la anulación judicial del plan de 2003, hace ya 14 años.

La directora xeral de Urbanismo, Encarnación Rivas, hizo pública ayer la existencia de este informe negativo en una rueda de prensa en la que estuvo acompañada por el delegado territorial de la Xunta en Ourense, Manuel Pardo, que precisó que este dictamen «no supone un pasó atrás ni va a suponer una paralización del trámite», sino que señala aspectos que es necesario corregir para adaptarse a los criterios técnicos y la normativa vigente. «Seguiremos trabajando con rigor, diálogo y la máxima responsabilidad de la mano del Concello para que este planeamiento sea una realidad con la mayor brevedad posible», señaló.

El informe se ciñe a cuestiones relacionadas con la legalidad, sin entrar a valorar el modelo territorial propuesto, y enumera una serie de deficiencias que, en primer lugar, tienen que ver con los datos informativos de la ciudad, sin actualizar desde hace 15 años, relativos a habitantes, número de viviendas o redes de servicio que, explicó Rivas, variaron notoriamente en los últimos años y de ellos depende directamente la justificación de las previsiones de crecimiento tanto residencial como empresarial. Además, los datos que figuran en la presentación no concuerdan con los de la memoria justificativa, de forma que, «sin conocer los cálculos de estos desarrollos previstos, no puede comprobarse que los sistemas generales de zonas verdes y equipamientos cuentan con los requisitos mínimos exigidos, y estos son elementos fundamentales de los que deriva la calidad de vida de los ciudadanos», incide la directora.

Señaló también que es necesario acometer las adaptaciones derivadas de las modificaciones legislativas en urbanismo, patrimonio cultural, paisaje o infraestructuras. Además, el PXOM debe justificar «más al detalle» los parámetros urbanísticos de edificabilidad ya existentes y aquellos vinculados a la que se propone, el aprovechamiento urbanístico, número de viviendas existente y previstas, así como la consolidación edificatoria de los núcleos rurales.

La directora xeral mencionó también la falta de definición en las alineaciones en suelo urbano y núcleo rural o la incorporación de planeamientos antiguos, algunos obsoletos, con edificabilidades más altas de las previstas por la planificación actual.

Nuevos plazos

Una vez que el Concello ourensano responda a estos requerimientos, el documento tendrá que someterse nuevamente al pertinente análisis técnico por parte de la Xunta, que tendrá que pronunciarse en un plazo máximo de 3 meses. Si el informe es favorable, el PXOM podrá someterse a la aprobación definitiva por parte del pleno del Concello, donde Jácome necesitaría apoyo, ya que su grupo, Democracia Ourensana, gobierna en minoría.

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