Científicos localizan 2.000 bidones del vertedero nuclear frente a Galicia

E. O.

A Coruña

Las aguas del Atlántico, a unos 600 kilómetros de la costa gallega, albergan un vertedero con más de 200.000 bidones con residuos radiactivos vertidos por varios países europeos entre los años cuarenta y ochenta. Aunque su existencia era conocida, por primera vez una misión científica francesa —la campaña Nodssum, a bordo del buque L’Atalante— está mapeando la zona para localizar los barriles y analizar su impacto en el ecosistema marino. Ya han cartografiado 120 kilómetros cuadrados de los 10.000 que ocupa el vertedero y han detectado más de 2.000 barriles a más de 4.000 metros de profundidad, gracias al robot submarino UlyX.

Ante la cercanía con Galicia, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, pidió desde Bruselas al Gobierno central que le mantenga «informado de primera mano». Aunque las primeras conclusiones apuntan a que el efecto es «inocuo», Rueda insiste en que, si hay novedades, la Xunta debe conocerlas. «Se nos transmite tranquilidad, pero queremos estar bien informados», subrayó. Eurodiputados del BNG y el PP consultan a la Comisión Europea, mientras que la Xunta pidió más información al Ejecutivo central.

El Consejo de Seguridad Nuclear asegura que los análisis realizados no muestran niveles significativos de radiactividad en las costas gallega ni cantábrica. Sin embargo, organizaciones como Greenpeace reclaman que tanto el Ejecutivo español como la UE asuman las investigaciones y lideren una eventual retirada. La petición ciudadana en esa línea suma ya más de 20.000 firmas. La misión, coordinada por el CNRS francés y con participación de la Agencia de Seguridad Nuclear y Radioprotección gala, recoge muestras de agua, sedimento y peces para evaluar los efectos reales.

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