El alcalde de Vimianzo, el nacionalista Manuel Antelo, quedó ayer en funciones al fracasar la cuestión de confianza que planteó ayer a todos los grupos de la Corporación para poder aprobar los presupuestos, que fueron rechazados el martes por todos los grupos excepto el BNG. El regidor solo obtuvo la confianza de los cuatro ediles del Bloque frente a ocho de la oposición (faltó la popular Carmen Borbujo), quienes repitieron los mismos argumentos del pleno sobre las cuentas.

De nada sirvió su petición de apoyo y su ofrecimiento de colaboración para contar con todos los grupos en el futuro y poder sacar los proyectos adelante. "Pido al resto de grupos un margen de confianza; entiendo que se discrepe de los presupuestos, pero cuatro meses no es tiempo suficiente para valorar la gestión de un alcalde", afirmó Antelo Pazos, al tiempo que matizó que él solo recibió "la confianza del pueblo" para convertirse en alcalde", puesto que también fue investido con los únicos apoyos del BNG por ser la lista más votada.

Antes de que los demás partidos expresasen su posición, el regidor admitió que había fracasado el pacto de gobierno que firmó con el PSOE hace dos meses al rechazar los socialistas las cuentas. "Tenemos un proyecto para Vimianzo, con ganas de consolidar el cambio y que no haya marcha atrás", proclamó Antelo. El portavoz del PSOE, Antonio Miñones, justificó su falta de confianza en que el regidor rechazó darles 15 días para estudiar las cuentas. Independientes y populares aseguraron que su posición no cambió desde el martes al votar en contra del presupuesto, por lo que mantuvieron la misma postura.

Ahora se abre un plazo de un mes para que los demás grupos aprueben una moción de censura. Si no prospera en ese tiempo, el regidor seguirá en el cargo y se aprobarán las cuentas. Entre los tres partidos ya hubo contactos, aunque nadie lo admite abiertamente.

Al acabar la sesión el alcalde confirmó la destitución de los tres ediles del PSOE, por lo que el BNG recuperará sus competencias de gobierno. Al pleno acudieron numerosos vecinos y también el portavoz del BNG en el Parlamento, Carlos Aymerich, que se mostró muy decepcionado con el PSOE. "Los vecinos no quieren volver al pasado y renunciar a la esperanza nacida el 22 de mayo", destacó, y dijo que una moción de censura sería un "fraude a la ciudadanía".