El Ayuntamiento de Miño debe ejecutar la sentencia por la que el Tribunal Superior de Xustiza (TSXG) de Galicia anula la adjudicación, a la constructora Fadesa y en 2002, de la macrourbanización de Perbes, antes llamada Costa Anácara y en la actualidad, Costa Miño Golf. Para ello, el pasado mes de septiembre readjudicó el complejo a Martinsa Fadesa, pero la empresa se niega a firmar el nuevo contrato.

El pleno de la Corporación dio luz verde a la readjudicación de la urbanización con el voto a favor del equipo de gobierno (PP) y en contra del PSOE. El alcalde, Juan Maceiras, manifestaba entonces que lo hacía en base a un informe de la Diputación en el que se recogía que las más de mil viviendas y el campo de golf se podían legalizar a través de una adjudicación directa, pero según denunció ayer el PSOE, la empresa "desafía" a Maceiras y rechaza firmar el contrato de la "convalidación".

El Ayuntamiento confirmó este extremo e informó de que Martinsa Fadesa entiende que la firma del primer contrato, realizada en 2002, ya es válida y que no debe firmar ningún contrato adicional, por lo que el Gobierno local estudia con los servicios jurídicos los pasos a dar. De hecho, el plazo ofrecido a la promotora es de un mes a partir de la notificación de su resolución y está a punto de expirar.

Los socialistas recuerdan que la constructora reclama al Concello unos 70 millones de euros por los "daños causados por su mala gestión" y los expropiados, más de 30 en base a las sentencias por las que el TSXG cuadriplica el precio del metro cuadrado. "Con esa amenaza no se les ocurrió mejor solución que seguir con la misma táctica que ha conducido a esta desastrosa situación: huir hacia adelante sin sentarse a escuchar a los afectados ni negociar lo mejor para todos", argumentan. Destacan así que la propuesta del alcalde de "convalidar" los acuerdos que el TSXG anuló en 2006 -es decir, el sistema de actuación (por expropiación) y las bases del concurso (pliego de cláusulas administrativas)- salió adelante con el único voto a favor del PP y que el PSOE ya adelantó entonces que "iba a ser difícil que las partes se mostrasen favorables a esta salida".

Le advirtió, por tanto, de que no podría llevar el acuerdo ante el juez. Los socialistas recuerdan que Maceiras "se jactó" entonces de tener "indicios" de que "todos estarían conformes y firmarían", con lo que se pondría fin así a un conflicto que según destacan, dura ya casi diez años y que "amenaza con dar la puntilla a un Ayuntamiento ya endeudado y enredado en múltiples pleitos urbanísticos".

El PSOE, el único partido en la oposición, advierte además de que los expropiados todavía no se han pronunciado al respecto, ya que el Concello tan solo ha presentado la readjudicación de Costa Miño Golf a Martinsa Fadesa, que ha sido "la primera en negarse a firmar el nuevo contrato, entablando un pulso con un Gobierno local que hasta la fecha había sido prácticamente su aliado frente a los vecinos expropiados, recurriendo todas las decisiones judiciales favorables a estos".

El Concello adjudicó de nuevo la urbanización a Martinsa Fadesa en contra del informe de Secretaría, en el que advierte de los "vicios intrínsecos" que presentaban los pliegos del concurso y apuesta por la "liquidación" del contrato firmado en su día. Si esto sucediese, la constructora podría exigir una indemnización al Ayuntamiento.