El Juzgado de Instrucción número 7 de A Coruña ha ordenado el sobreseimiento provisional y archivo del procedimiento abierto para investigar la denuncia por supuesta malversación de fondos presentada contra el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, por la instalación de la estatua de Che Guevara en la rotonda de Nirvana.

El tribunal considera que tras la pertinente investigación, "no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que motivó la formación de la causa", por lo que acuerda el sobreseimiento provisional de las actuaciones. Así se recoge en el auto fechado el pasado 8 de noviembre, notificado al Ayuntamiento el pasado jueves.

La denuncia fue tramitada por el exportavoz del Partido Popular de Oleiros Pablo Cobián. En junio de 2008, el PP solicitó la "paralización inmediata" de las obras tras denunciar posibles irregularidades en el proyecto. Según explicó entonces la formación, el Boletín Oficial de la Provincia recogió el anuncio de la adjudicación de la obra a la empresa Construcciones López Cao con fecha de 4 de junio 2008, a pesar de que el 31 de mayo parte del proyecto estaba en avanzado estado de ejecución, como recogían entonces varios medios. Pablo Cobián también criticaba que el contrato fuese tramitado con carácter urgente, por el procedimiento negociado y sin publicidad.

El pasado 8 de noviembre, García Seoane defendía ante el juez que la instalación de la estatua del Che, que costó unos 180.000 euros, se había ajustado a la legalidad y que la tramitación del proyecto de ordenación de las rotondas había sido "correcto". El alcalde fue citado por el Juzgado de Instrucción número 7 de A Coruña para que informase sobre los acuerdos municipales aprobados para la ejecución de las obras. En concreto, de la propuesta de Alcaldía de 31 de enero de 2008, de la que se dio cuenta al pleno el 12 de febrero de ese mismo año y en la comisión informativa de Economía y Hacienda del 6 de febrero. García Seoane entregó el acuerdo plenario solicitado y arremetió contra Cobián. "Actuamos correctamente, no hay nada ilegal. Lo único que pretenden con esto es difamar", manifestó a la entrada de la sala.

La estatua del Che también saltó a los medios poco después de su instalación después de que apareciese con varias pintadas. El Concello decidió entonces instalar cámaras en sus inmediaciones para evitar que el monumento sufriera más actos vandálicos. Las retiró a comienzos de 2009, al carecer de los permisos necesarios.