Ayer al mediodía brillaba el sol y en el cielo no había ni una nube pero dentro de la casa número 10 de la calle Anido, en la urbanización Mesón da Auga, no paraba de llover. Frío, una humedad escalofriante y un goteo constante de agua procedente del techo que se agrava cuando llueve. Así es el hogar en el que vive la familia propietaria de esta casa, considerada por el Instituto Galego de Vivenda (IGVS) como la que necesita el arreglo más urgente de todos los que tiene que hacer en esta urbanización de 180 viviendas de protección ejecutadas de una forma que va más allá de la chapuza. A pesar de que la reforma de este inmueble es prioritaria, la familia lleva tiempo a la espera de las obras y nadie les ha dicho cuándo empezarán.

"Estos días hizo sol y ya ves, no para de llover en casa. Tiene que ser agua acumulada en la placa, sabe Dios cuánta agua hay arriba, y va cayendo poco a poco. Tras llamar varias veces a Xestur (organismo de la Xunta que promovió la urbanización) me mandaron a tres hombres que hicieron unos agujeros en el techo, me abrieron un hueco hacia el tejado, lo dejaron todo así y se fueron sin decir nada", relata la propietaria de la vivienda.

Con barreños por los pasillos para las goteras, un uso constante del deshumidificador y con las ventanas abiertas la mayor parte del tiempo posible, la familia va tirando. La humedad afecta a todas las habitaciones de la vivienda donde la pintura se ha saltado y se filtra el agua de tal forma que todas las paredes están mojadas permanentemente.

"Una cosa es la memoria de calidades que nos dijeron y otra las que pusieron de verdad. El responsable es la persona que firmó que eran las calidades que se habían acordado", explica esta mujer. Lo último que le han dicho desde la Xunta es que no pueden hacer aún nada en su casa "hasta que vuelva de una baja por maternidad una trabajadora de Xestur, y si acaba de dar a luz tendrá para cinco meses o así", añade esta afectada.

Esta familia, que paga su hipoteca, ya está pensando en alquilar otra vivienda porque ve que el problema se agrava. "Al principio, al llegar, todo iba bien.

El año pasado ya apareció una humedad grande y desde entonces cada vez peor", añade, además de recordar los vicios ocultos de construcción que tienen todas las viviendas de la urbanización. Esta propietaria también ha contactado con el Concello de Oleiros para que envíe a un técnico y certifique si esta casa "es habitable".

Los propietarios de la casa cuyo garaje se inunda periódicamente, en esta misma calle Anido de Mesón da Auga, declaraban el pasado mes de junio que temían pasar "otro invierno terrorífico" si el IGVS no arreglaba las viviendas durante el pasado verano, y parece que su temor se confirmará. La Xunta les informó de las reparaciones que iba a hacer pero desconocen cuándo se ejecutarán.

Garajes inundados, humedades, baños mal asentados, fugas de la red de agua, deficiencias en toda la red de saneamiento. Y sólo hace tres años que las casas están ocupadas.