El Concello realizará una auditoría a la depuradora de Barrañán para conocer el estado de una instalación en la que la Xunta invirtió cinco millones de euros de fondos europeos y que, desde que finalizaron las obras en 2009, ha permanecido paralizada salvo por un corto periodo de pruebas de cinco meses.

Las conclusiones del informe deberán determinar qué deficiencias presenta la infraestructura y permitirán dirimir responsabilidades entre el Ayuntamiento, Augas de Galicia y la constructora, Taboada y Ramos. A la espera de que concluya la inspección técnica, el Gobierno local avanzaba ya ayer su intención de ponerla en marcha el primer trimestre de 2012.

Esta declaración de intenciones se produce después de que técnicos municipales, autonómicos y de la adjudicataria visitaran durante la mañana de ayer la depuradora para evaluar su estado. Su visita estuvo precedida de una sanción de 5.000 euros al Concello por los vertidos procedentes de la estación, que fueron denunciados por el Seprona y que ocasionaron daños en varios terrenos anexos a la infraestructura.

La multa, que Arteixo ha recurrido, propició un nuevo cruce de acusaciones entre el Ejecutivo local y sus antecesores. El anterior Gobierno local se negó a recibir esta infraestructura por la supuesta existencia de graves deficiencias en la ejecución de la red de colectores y de los bombeos. Basaba su negativa en un informe encargado por la concesionaria del suministro, Augarsa, que concluía que el 90% de la red presentaba deficiencias, según explicó el anterior concejal de Obras, Xosé Márquez.

El bipartito supeditaba la recepción de las obras a la subsanación de las deficiencias. El actual Ejecutivo, en cambio, culpa ahora de las deficiencias a sus predecesores. "La depuradora estuvo abandonada durante 21 meses", critica en un comunicado remitido a los medios. Si la pasada semana alertaba ya del crecimiento de arbustos en los vasos de la instalación por el abandono, ahora dice que lo primero será limpiar el fango y las ramas "para comprobar las deficiencias que, según un primer examen, pueden proceder de su inactividad". Sustenta su diagnóstico en la primera valoración de Augas de Galicia y en un informe técnico de la ingeniera municipal, explicó el concejal de Obras, José Ramón Amado.

Sus conclusiones contradicen las del recurso de alzada que presentó ante Augas de Galicia, en el que acusaba al organismo de "tolerar la mala ejecución de las obras y no exigir su reparación". El Concello también cuestiona ahora el informe de Augarsa, pese a que en el recurso insistía en que era esta entidad la que tenía encomendada la gestión y el mantenimiento de la instalación".