-Después de treinta años en la política municipal, parece ha llegado el turno de ser alcalde. Cogerá el bastón con ganas, ¿no?

-Me encuentro con ganas, yo voy a seguir como hasta ahora, a pie de calle; pero todavía es pronto para hablar de eso, el alcalde lo ha anunciado, pero todavía no hay fechas.

-Con la situación actual, supongo que le supondrá un reto

-La verdad es que sí, pero no por la situación de Miño, sino en general. Nosotros tenemos una deuda financiera, pero pagamos religiosamente a los proveedores, no tenemos facturas en el cajón.

-¿Cuáles serán sus prioridades como alcalde?

-Yo seguiré como hasta ahora, a pie de calle, pegado al terreno. Miño es muy pequeño, todos nos conocemos y saben cómo soy. Y vamos a dar caña.

-Los socialistas piensan que entrará por la puerta de atrás.

-(Risas). A ver, si una persona se va, tendrá que entrar otro, ¿no?. No se trata de entrar por atrás o por delante.