La Consellería de Infraestruturas ha reclamado a la concesionaria de la autopista de Carballo, AG-55, que realice "a la mayor brevedad posible" un "estudio exhaustivo de los taludes". La Xunta ha tomado esta determinación tras producirse durante la madrugada del pasado martes el tercer desprendimiento de rocas en tres años en el tramo entre el peaje y la salida de Arteixo.

El departamento que dirige Agustín Hernández no precisó ayer si el estudio que le ha requerido a Autoestradas de Galicia se limitará al tramo que ha sufrido los últimos derrumbes o se extenderá a otros puntos de la AG-55 Este tercer derrumbe ha disparado las alarmas entre los usuarios de la vía, que advierten que se han registrado también pequeños desprendimientos de piedras a la altura de Martulo.

El requerimiento de la Xunta se produce un día después de que Concello y oposición exigiesen la realización de las oportunas labores de mantenimiento para evitar nuevos derrumbes. Recuerdan que el desprendimiento de 2009 a punto estuvo de costarle la vida a un conductor, cuyo coche fue desplazado tras la caída de toneladas de rocas. Este tercer desprendimiento, de menores proporciones, causó daños materiales en cuatro turismos. Infraestruturas cree que el desprendimiento estuvo provocado por las "lluvias intensas". Un carril de la vía continúa cortado. La Xunta estima que los trabajos de estabilización proseguirán hasta mañana y anticipa que en momentos puntuales tendrá que interrumpir la circulación en ambos carriles para realizar derrumbes controlados. Su duración, calcula será de "un minuto" . A lo largo del martes los operarios ejecutaron una escollera de protección. Ayer sanearon la cabeza del talud. Los trabajos iniciales, dice, apuntan a "que la rotura del talud es limpia y el resto está sano". "Solo parece necesario sanear la parte de la montera que cayó", sostiene la Xunta.