Los brotes verdes del bum industrial de la comarca se resisten a salir. Son más visibles las malas hierbas, que campan a sus anchas en los seis polígonos que las entidades públicas de suelo Sepes, Sea o Xestur pusieron en marcha en la última década para ofrecer a los emprendedores un "suelo industrial de calidad".

Xunta y Estado han invertido más de 80 millones en las obras de urbanización de los parques empresariales de Arteixo, A Laracha, Malpica, Vimianzo, Cee o Teixeiro. La actividad es escasa o nula en los cinco primeros. El de Curtis, el mejor parado, solo operan unas quince empresas.

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