La Xunta ha comunicado a la Defensora del Pueblo, que decidió abrir una investigación de oficio sobre el proyecto de la mina de oro de Corcoesto, que la presencia de arsénico en la zona tiene "un origen natural" derivado de la propia composición del suelo. Destaca además que la declaración de impacto ambiental (DIA) ya tuvo en cuenta esta circunstancia, así como las alegaciones recibidas sobre el elevado nivel de arsénico en los residuos generados y sobre la lixivialidad del mismo.

El Gobierno considera que los artículos científicos en los que se alerta de la presencia de arsénico no ponen de manifiesto "ningún impacto no considerado durante la evaluación ambiental", por lo que rechaza imponer nuevas condiciones adicionales.

Mientras tanto, las dos plataformas contrarias al proyecto minero reclamaron ayer su paralización, después de conocerse la investigación de la Defensora del Pueblo. La Plataforma en Defensa de Corcoesto insiste en que los niveles de arsénico detectados en la zona y en el río Anllóns son muy peligrosos, y la situación todavía empeorará si se materializa el proyecto porque aumentaría esa concentración.

La otra entidad detractora, Salvemos Cabana, reclama que se anule de forma inmediata la declaración de impacto ambiental, ya que, según su versión, la Defensora del Pueblo pidió documentación a la Xunta sobre el proyecto por la alarma surgida de los informes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidade de Vigo sobre presencia de arsénico en el entorno de la mina.

A la investigación de la Defensora del Pueblo se sumará un estudio del Valedor do Pobo, según informó ayer Europa Press, sobre la incidencia de la mina desde el punto de vista ambiental y económico después de recibir varias quejas.

Comisiones Obreras también expresó ayer su rechazo a la mina de acuerdo unánime del sindicato.