El Gobierno gallego dio ayer el último empujón a Oza-Cesuras, el primer concello fusionado en Galicia en 45 años. El Consello de la Xunta ha escrito el último capítulo de Oza dos Ríos y Cesuras y el primero de Oza-Cesuras con la aprobación, por decreto, del expediente de fusión. El sí definitivo llega quince meses después de que el presidente del Ejecutivo, Alberto Núñez Feijóo, eclipsase el último debate sobre el estado de la autonomía con el anunció de esta anexión histórica.

Galicia pasará a tener 314 municipios. A Coruña, 92. La publicación, hoy, del decreto en el Diario Oficial de Galicia (DOG) dará el empujón definitivo a este municipio, que se ha abierto paso entre críticas de vecinos y oposición, que recurrirán el acuerdo. La aprobación definitiva llega después de que los plenos de los concellos y la Diputación autorizasen la alianza. En ambos casos con los únicos votos del PP.

Núñez Feijóo festejaba ayer este acontecimiento "pionero" y daba la bienvenida a un nuevo municipio "más fuerte, más sólido y con más futuro". Y "más próspero", incidió. El presidente animó a otros municipios a seguir los pasos de Oza y Cesuras, que obtendrá ventajas en las subvenciones durante 10 años, y aseguró que ya hay otros concellos dispuestos, aunque sin ofrecer más datos. El mandatario presumía ayer del "apoyo mayoritario" de los vecinos a esta anexión, aunque el PP se opuso desde el principio a un referendo y ninguno de los alcaldes llevaba esta posibilidad en su programa electoral, como critica la oposición.

La primera integración en Galicia desde la de Celanova y Acebedo en 1968 pone fin al largo proceso administrativo, pero la Justicia tendrá la última palabra. PSOE, Independientes por Cesuras y la plataforma vecinal de este municipio recurrirán el acuerdo autonómico al considerar que vulnera la Lei de Administración Local de Galicia, que establece una mayoría cualificada de dos tercios, quórum que Cesuras incumple. El dictamen del Consello Consultivo, que ha concluido que resulta suficiente la mayoría absoluta que fija la ley estatal, no les convence e insisten que el Constitucional es el único que puede establecer la inconstitucionalidad sobrevenida de la norma si, como es el caso, es más restrictiva que la estatal, y no al contrario. Las dudas jurídicas y la falta de consenso han lastrado desde el inicio el proceso. La Xunta dictó un informe en el que se inclinaba por la mayoría de dos tercios para la fusión del Alfoz y O Valadouro.

Oza-Cesuras dispondrá de 5.400 habitantes repartidos en 150 kilómetros cuadrados. La población, dispersa y envejecida, bordea el límite de la viabilidad que manejan los expertos (5.000 habitantes) y la pirámide poblacional sigue siendo invertida. La anexión permitirá a los dos ayuntamientos escalar en la clasificación de concellos gallegos por número de habitantes. Oza, con 3.227 vecinos, ocupa ahora el 156 de 315. Cesuras, con 2.174 censados, el 203. Oza-Cesuras escalará hasta el puesto 106. En la provincia, la fusión los aupará al puesto 49 desde el 72 y 78.

Según estipula en plan de viabilidad, Oza dos Ríos será la capital, aunque el concello conservará los dos consistorios, el cesurano solo para ocasiones puntuales. La nueva Corporación estará compuesta por 13 ediles frente a los 22 actuales. La Xunta sostiene que se mantendrán todos los equipamientos (dos colegios, dos centros de salud) al considerar que no incurre en duplicidades. También que velará por mantener las plantillas, aunque Oza ya amortizó casi un tercio de las plazas en su último presupuesto para prepararse para la fusión.

Con la aplicación del decreto, que se publicará hoy en el Diario Oficial de Galicia, quedarán disueltas las dos corporaciones locales. El municipio dará su primer paso con la constitución de una comisión gestora en la que estarán representados todos los grupos y técnicos de ambos municipios. Sus integrantes serán elegidos por la Consellería de Presidencia en función de los resultados de los últimos comicios. Con casi total probabilidad, el presidente será el alcalde de Oza, Pablo González Cacheiro. Es el único de los dos regidores que capitanearon el proceso que conserva el bastón. Su homólogo cesurano, Julián Lucas, se descolgó por sorpresa del proceso en la recta final de la fusión, tras trascender sus actividades inmobiliarias y ocultar durante casi un año una condena por estafa en su faceta de empresario del ladrillo. El Concello demoró al máximo la investidura de un nuevo alcalde y el pleno reclamado por la oposición para intentar paralizar el proceso. Finalmente no se celebrará.