Conservar la riqueza medioambiental de la comarca mediante la adquisición de montes de interés ambiental en desuso. La Fundación Fragas do Mandeo nació hace tres años con el propósito de preservar la biodiversidad de As Mariñas y ya dispone de 64.000 metros cuadrados de bosque protegido.

El colectivo ha conseguido ya la titularidad de 60.000 metros cuadrados, y cerca de 5.000 han sudo cedidas por los propietarios para su custodia. El objetivo, destinar esas tierras, en su mayor parte abandonadas, a preservar los hábitats de las más de cincuenta especies amenazadas que alberga la comarca. Y hacer de ellas un lugar de esparcimiento y disfrute.

En pleno debate sobre la lacra del fuego, que año a año devora los montes gallegos, la iniciativa de la entidad ofrece alternativas para luchar contra el riesgo medioambiental el envejecimiento de la población y la falta de relevos generacionales para trabajar los montes.

La mayor parte de los montes bajo la custodia de este grupo de voluntarios se ubican a orillas del Mandeo, en Coirós. Una de sus metas es erradicar las especies invasoras que ponen en riesgo el ecosistema y reforestar la zona con especies autóctonas. Su labor ha sido menos publicitaria que la inversión del Proyecto Mandeo, ejecutada a través de fondos europeos, pero igualmente necesaria.

Toda la labor de este colectivo la realizan voluntarios, que financian sus actuaciones a través de donaciones, mercadillos solidarios y con la ayuda de las asociaciones locales. Precisamente hoy, la Fundación celebrará una nueva edición de su rastrillo en la Praza do Campo desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde. Todo el dinero recaudado se destinará a los proyectos de custodia y conservación de sus montes. La semana del 22 al 6 de octubre se celebrará la segunda Semana de Custodia del Territorio, con actividades, salidas y conferencias.