Son la avanzadilla de la Rede Natura, una figura de conservación ambiental creada a instancias de la Unión Europea y que, en su opinión, no ha tenido en cuenta las circunstancias especiales del territorio gallego, lastrada por el minifundismo y una población envejecida y dispersa. Cada vez son más los montes abandonados y la falta de mantenimiento ha propiciado la proliferación de vertederos y especies invasoras, como el eucalipto, que no solo hacen peligrar la biodiversidad sino que ayuda al fuego a propagarse con mayor rapidez.

La Fundación Fragas do Mandeo cumple tres años de custodia de As Mariñas y Terras do Mandeo y ha logrado comprar mediante donativos, recaudaciones en rastrillos solidarios y aportaciones de los socios más de 50.000 metros cuadrados en zonas protegidas. Treinta fincas. En total, son los custodios de 64.000 metros cuadrados, entre parcelas adquiridas y cedidas.

Esta ONG dedica este banco de tierras a la conservación de las más de cincuenta especies amenazas que habitan en el área metropolitana coruñesa y a la preservación de los enclaves naturales de una comarca que ha estrenado recientemente el título de Reserva Mundial de la Biosfera. Su meta es superar este año las cien hectáreas y están a la espera de firmar un convenio con la Demarcación de Costas para que les ceda para su custodia un terreno incluido en la zona de dominio público. Sería el primer acuerdo de este tipo en España.

No llegan a medio centenar de socios y cuenta con la colaboración de varias asociaciones ecologistas como la Sociedade Galega de Historia Natural, Hábitat, O Rabo do Galo y los colectivos culturales Roxin Roxal o Lar de Unta, entre otras. Durante este mes, la Asociación de Desenvolvemento Rural Mariñas-Betanzos y Fragas do Mandeo, organiza y financia la II Semana de Custodia do Territorio. Ecologistas de toda Galicia se darán cita hoy en Betanzos para compartir experiencias y debatir actuaciones que garanticen un futuro sostenible.

Las jornadas contarán con la participación de asociaciones gallegas como Val de Esmelle, Vaipolorío o Fontaíña, entre otras; y de especialistas como el ornitólogo Antonio Sandoval. Habrá exposiciones, como Unha ollada natural, del ilustrador Carlos Silvar y actividades de deseucaliptación, eliminación de plantas invasoras o limpieza de ríos.

El tercer aniversario de Fragas do Mandeo coincide con la declaración de la comarca como Reserva da Biosfera. El reconocimiento de la Unesco es de sobra merecido si se atiende a la belleza de sus parajes naturales, la riqueza ambiental de sus bosques, acantilados y ríos y rías, pero insuficiente para velar por la biodiversidad de un territorio con muchos deberes pendientes. La contaminación de las rías, la proliferación de especies invasoras, la ausencia de planificación supramunicipal de parques empresariales y desarrollos urbanísticos, el progresivo abandono de los montes y la racanería de las administración en la aprobación de figuras de protección son algunas de la amenazas del territorio "Hay problemas ambientales que nadie afronta", lamenta el presidente de la fundación, Fernando Bandín. Este fotógrafo de la naturaleza integra el patronato del colectivo junto al biólogo Antón Vázquez y el ingeniero agrónomo, Juan Manuel Neira. Al igual que otros colectivos como la Plataforma en Defensa da Ría, Adega, Verdegaia, Fragas do Mandeo ha puesto en marcha diversas actuaciones para sacar lustre a la medalla de la Unesco. Su fuente de financiación procede en buena parte de los rastrillos. En tres años han vendido más de un millar de objetos. Artículos de todo tipo que han viajado hasta a Brasil. Otra fuente importante son las donaciones. El colectivo incide en que la preservación del territorio compete a todos y ve precisa más implicación de administraciones y las empresas.