Poner fin a las pintadas, acabar con los mensajes malsonantes, ocultar dibujos obscenos. Esta es la finalidad de la iniciativa municipal que estos días llevan a cabo once grafiteros en el paseo fluvial. Bajo las directrices del colectivo Arteixo Crea, los artistas decoran tres muros con motivos relacionados con la jungla para embellecer el entorno del río Bolaños. Escritores -como ellos se definen- procedentes de Ferrol, A Coruña, Pontevedra, Betanzos y Arteixo, que plasman sobre la pared sus ideas, sus gustos, sus preocupaciones.

Profesionales a los que el Ayuntamiento ha encargado eliminar restos de actos vandálicos y rehabilitar estos espacios públicos. Para ello pone a disposición el material necesario y permite que los grafiteros, spray en mano, den rienda suelta a su imaginación. Y así lo hacen.

Las fauces de un enorme gorila son la muestra de la vertiente más "fotorrealista", según explica Felipe Covelo, miembro de Arteixo Crea, en el primero de los murales. Unos pasos más adelante la pared muestra un trabajo más alegre. Verdes, naranjas y amarillos que permiten ver los trazos de un muñeco que recuerda a los dibujos japoneses. Otros de los artistas trabajan en el tercero de los muros. Uno de ellos, protegido con una máscara, da los últimos retoques a una enorme calavera. Unos trabajos que tienen que estar finalizados hoy y que en su conservación, según apunta Felipe Covelo, influirá mucho el respeto que muestre la gente por sus obras. Su mayor enemigo, asegura, son las pintadas. "Aunque pueda parecer lo contrario, nosotros sufrimos ese tipo de actos", asegura el grafitero que se dedica, desde hace diez años, profesionalmente a este mundo. "La crisis también nos afecta", lamenta.