Una octava persona colaboró supuestamente en el secuestro de A.D.N., el empresario de Cambre de 41 años que permaneció cinco días cautivo en una granja de Lalín tras ser raptado en Aranga. La Guardia Civil prosigue las investigaciones y guarda un mutismo absoluto sobre el caso, pero según ha podido saber este diario ya ha localizado en Melide a otro hombre que participó en el rapto. Este diario intentó sin éxito confirmar la información a través de fuentes del instituto armado.

La participación de esta octava persona se habría limitado, supuestamente, a su retención del maderero en una pista forestal de Montesalgueiro el pasado sábado 18. Según declaró el secuestrado, un hombre lo citó en Aranga con el señuelo de venderle unos montes. Nada despertó las sospechas del empresario, que acudió confiado a la cita en una inhóspita pista forestal y fue encañonado nada más bajarse del coche por uno de los raptores. Pronto fue rodeado por un grupo de personas que lo introdujeron a la fuerza en el interior del maletero de un vehículo.

Arrancaba ahí un sórdido calvario por pistas y vías secundarias que condujo a A.D.N. hasta la pequeña aldea de Xar, en Lalín, a la granja en la que permaneció retenido durante cinco días, encapuchado, maniatado en una minúscula porqueriza reconvertida en zulo.

La Policía Judicial de la Comandancia de A Coruña y el equipo de extorsiones y secuestros de la Unidad Central Operativa tomaron ayer declaración a los siete detenidos, que permanecen en el cuartel de Lonzás. Los cinco arrestados en la granja de Xar, en Lalín, en la que estuvo recluido el maderista, declararán hoy ante el juez. Se trata de un matrimonio de sexagenarios, su hija, su novio y otros dos hombres, de entre cincuenta y sesenta años, entre ellos el cabecilla.

El nexo de unión entre los raptores y la pareja de sexagenarios, E.S.T. y M.M.T. lo constituía su hija, I.M.S., que mantenía una relación sentimental con uno de los cabecillas, un hombre natural de Boimorto con varios antecedentes penales y que organizó el secuestro en colaboración con su hermano. Uno de ellos había cumplido condena por homicidio y ambos estaban implicados en otros episodios de extorsiones. En esta operación, que llevaban planificando más de tres meses, participó también el hijo de uno de ellos, que fue interceptado a primera hora del pasado viernes cuando huía en coche con su progenitor a la altura de Melide.

La Guardia Civil trata ahora de aclarar el grado de participación de las dos familias implicadas en el suceso. Todo apunta a que el matrimonio de sexagenarios y su hija se limitó a la de custodios. El rapto, traslado y retención del empresario habría sido urdido por los dos hermanos y el hijo de uno de ellos. Fueron ellos supuestamente los que se pusieron en contacto con la familia del cambrés para exigir un rescate de 70.000 euros valiéndose de fuertes coacciones, desde causarle graves amputaciones a matarlo.

Los raptores fijaron cinco días de plazo para obtener el botín. Un plazo que expiraba el mismo día en que, ya de madrugada, fue liberado por la Guardia Civil, en un operativo coordinado por la Comandancia de A Coruña con la colaboración de la Unidad Central Operativa y la Unidad Especial de Intervención.

La operación se saldó en su primera fase con la detención de las cinco personas que declararán hoy en los juzgados, entre los que se encontraba, a mayores del matrimonio, su hija y uno de los cabecillas un vecino de Lalín, conocido de los sexagenarios.

La segunda fase concluyó en unas vías secundarias de Melide con el arresto del otro líder y su hijo. Está previsto que estos dos últimos permanezcan en el cuartel un día más.

Las razones que motivaron la elección del empresario cambrés todavía siguen envueltas de incógnitas. Una de las hipótesis apunta a la participación de que uno de los raptores fuese conocido de A.D.N. y pusiese el señuelo.

La operación sigue en curso y la investigación se centra en averiguar el grado de implicación de los detenidos.