El temporal ha provocado graves desperfectos en el emblemático chiringuito Solymar, de la playa Grande de Miño. La fuerza del viento ha abierto grandes grietas en este establecimiento ubicado a pie del arenal y que permanece cerrado desde hace años. El Concello ha solicitado a los propietarios que tomen medidas ante el "peligro" de desprendimiento, aunque desde el Gobierno local matizan que es responsabilidad de Demarcación de Costas. Los dueños del local ya negocian con el departamento estatal las medidas a adoptar para evitar riesgos.

Las fisuras que amenazan con provocar el derrumbe del chiringuito se extienden también por parte del muro de la playa, que ha sucumbido en varios puntos. La imagen que mostraba ayer la playa era desoladora. El viento barrió las duchas, que desaparecieron arrastradas por las olas, y también buena parte del mobiliario del arenal, devastó el paseo marítimo. Costas estudia los daños que la encadenación ha provocado a los arenales del municipio para hacer una valoración de los costes. Los destrozos han dejado al descubierto paisajes ya olvidados. El viento ha dejado al descubierto el muro que existía hace años en la playa de A Ribera y que fue parcialmente derribado hace años con la construcción del paseo y que había permanecido hasta ahora tapado por la arena.